"Confidente."
Damián Langford.
— ¿Qué te parece este? — Ignoraba completamente de lo que hablaba.
— Sí. — Dije sin más.
— Damián, suficiente. — Reclamó Marce parándose delante mío. — Si no querías venir, ¿qué haces aquí?
— Tú me lo pediste.
— No lo hubiera hecho si Irina estuviera aquí, espero vuelva pronto.
Había pasado una semana aproximadamente desde que Christian cruzó mi puerta con Irina herida en brazos, la cirugía no fue fácil tal parece que el tipo de sangre que tiene no es muy común y aunque quedó fuera de peligro debe mantener reposo al menos dos semanas más, ocultar su paradero fue lo complicado, con la ayuda de su amigo Joshua quien fue puesto bajo amenaza logramos conseguir que Marcella creyera que Irina volví a casa por problemas familiares, lo cual sería momentáneo, por otro lado Christian viajo a Italia, respecto al atentado sigo creyendo que Priscila está involucrada, pero es claro que el amor ciega, pues Christian se niega a creerlo.
Irina ha estado en mi casa recuperándose, lo que esa chica duerme es fenomenal, pero mi mayor problema es Daniel desde que ocurrió todo no para de buscar la forma de contactarla.
— ¡Damián! — Salí de mis pensamientos al escucharla.
— No tienes que gritar.
— No lo haría si me prestarás atención, dime si tomarás esto en serio o cancelo todo.
Días antes de cargar con este problema había programado un viaje junto a Marce, pero no puedo irme por ahora.
— Quizá debamos recorrer el viaje. — Me puse de pie.
— ¿Por qué? — Cuestionó molesta.
— Me surgió un imprevisto y tú sin Irina aquí debes prepararte para tu desfile de la próxima semana, ¿no?
— Bueno ahora entiendo porque Irina trabajo tan duro, ella dejo todo listo desde un inicio, aunque es cierto si ella no está aquí, alguien debe estar a cargo. — Soltó un suspiro resignada y se acercó dándome un beso en los labios. — Odio que tengas razón.
— Mentira. — Sonreí rodeando su cintura para devolverle el beso. — Te llevaré a casa.
Conduje hasta la mansión Burch, en el camino Marce no paraba de hablar.
— ¿Qué ocurre? — Pregunté mientras seguía conduciendo.
— Es Dan, quiere saber si Irina ya se contacto conmigo, ha pasado estos días buscando la dirección de la familia.
— ¿Y cómo le resultó?
— ¿Tú cómo imaginas? Lo único que sé es que es Búlgara.
— Así que Búlgara. — No me sorprendía, lo imaginé por su apellido. — ¿Ella y Daniel tienen algo?
— No o al menos por parte de ella no es claro, pero Daniel tiene una obsesión con ella.
— ¿Obsesión? — La miré serio.
— Damián, tú vista al frente. — Me levanto un poco la voz asustada. — Sí, él creé que Irina es un viejo amor de la infancia.
¿Daniel e Irina?
Y yo que creí que Christian exageraba con eso.
Irina Sadik.
Con dificultad logré ponerme de pie, agarre el bastón de apoyo y caminé hacia la puerta al cruzar está de inmediato escuché el grito.
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Peligrosa atracción.
Romance¿Alguna vez se habían sentido corrompidas por el diablo? Bueno, pues así es como se sentía estar cerca de ellos.