Capítulo 21.

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" El pasado siempre te alcanza".



Un mes después.

Irina Sadik.

Llevaba días intentando contactar con Marce, respecto a mi empleo todo parecía en orden, pero por alguna razón ella me ignoraba, Daniel dijo que me ayudaría, al parecer sus vacaciones se habían extendido.

Estaba en el estudio trabajando en un nuevo catálogo que tendríamos que entregar para la siguiente temporada, ya pasaban de las 9:00pm, Daniel estaba en el sofá observando mis nuevos bocetos.

— ¿Y qué tal? — Caminaba de un lado a otro esperando su respuesta, jamás dudo de mi trabajo pero por alguna razón me sentía nerviosa.

— Irina, tranquila. — Daniel dejo el cuadernillo aún  lado y se puso de pie acercándose a mí. — Tu trabajo es magnífico.

— Debería ser perfecto. — Lo miré, estaba ansiosa y no paraba de mover las manos.

— Marcella sabía perfectamente lo que hacía cuando te puso a cargo. — Daniel tomó mis manos y me miró a los ojos.

La cercanía entre ambos generaba cierta tensión en el ambiente, desde que volví a trabajar no hay día en el que Daniel no venga a visitarme, a la hora de la comida o salida, él siempre estaba ahí.

—  He estado muy distraída, ¿en verdad crees que soy la indicada?

— Desde que volviste no paras de trabajar, debes descansar.

— Descanse casi dos meses, ahora tengo un catálogo que terminar. — Suspiré.

— Un porcentaje de este edificio me pertenece, por ende soy tu jefe y te ordenó descansar. — Tomo mi rostro en sus manos mis ojos con los suyos conectaron.

La realidad es que sólo usaba el trabajo como distracción de lo que me tenía mal.

— ¿Pudiste hablar con Marce? — Daniel aparto sus manos de mi rostro y retrocedió.

— No hablamos mucho, está disfrutando sus vacaciones con Damián. — Al decir el nombre de Damián una mueca se dibujo en el rostro de Daniel.

— ¿No te agrada?

— ¿Damián? — Soltó una risa. — Ninguno de los Langford, pero Marcella lo quiere y no puedo hacer nada al respecto.

—  ¿En verdad lo quiere? — Cuestioné.

—  Marcella no es alguien que demuestre lo que siente, pero cuando está con él me recuerda a la pequeña rubia consentida por nuestro padre.

¿Por qué me interesó en saber?
Lo que Damián hago con su vida no debería importarme y Marce se supone que es mi amiga.

— Me da gusto por Marce.

— Irina, ¿puedo preguntar algo?

— Claro, dime.

— ¿Por qué me rechazas?

— ¿Rechazarte? — Lo miré y negué. — Para nada.

— Se que besarte te molesto, pero tú me gustas.

— ¿Cómo te voy a gustar si apenas y conoces de mí? — Lo miré.

— Me interesas y trato de conocerte. — Daniel se acercó a mí. — Pero cada que te invito a salir, pones alguna excusa.

Peligrosa atracción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora