" Ilusiones destrozadas."
Irina Sadik.
La mañana siguiente Josh me había invitado a desayunar a un restaurante al centro de la ciudad, después de ello tenía planeado ir al trabajo, debía hablar con Marce del porque me ausente tanto tiempo.
— ¿Y qué le dirás a Marce? — Preguntó Josh.
— Hasta donde tengo entendido, Damián dió a entender que tuve problemas familiares y había vuelto a Bulgaria. — Hice una pausa. — Quisiera ser honesta, pero sería absurdo decirle que me dispararon y su novio me tuvo secuestrada un mes en su casa.
— ¿Y por qué no decir la verdad?
— Lo último que deseo es más conflictos y aunque no me guste, Damián me ayudó mucho. — Bebí mi café.
— Hablando de Damián, ¿qué ocurrió anoche?
— ¿De qué hablas?
— No finjas demencia pelirroja.
Tomé un respiro y dejé la taza en la mesa.
— Discutimos, dijimos cosas que no queríamos y ya, pero tú explícame ¿cómo fue qué te secuestro? — Desvíe completamente el tema.
— Sobre eso. — Observo alrededor que nadie escuchará. — ¿Recuerdas lo que te platiqué de los Langford?
Asentí.
— Estaba en el antro con Mark, Damián llego y prácticamente me obligó a subir con él, estaba molesto preguntando por ti y de la nada hombres en moto comenzaron a disparar. — Hizo una pausa tocándose la cabeza. — Parecía una película de acción, después llegamos aún callejón me dijo que me escondiera y me dió una granada. — Josh comenzó hacer gestos con las manos. — Jamás había visto una, llegaron muchos hombres y él comenzó a disparar. — Soltó una risita. — Entiendo porque te gusta.
— ¡Josh! — Me puse roja.
— ¿Qué? Se veía tan sexy y rudo. — Repitió los gestos con sus manos. — Me dijo que lanzará la granada, pero tal cual idiota, se me cayo y él como todo un héroe me salvó, todo explotó, yo caí sobre él, pero calma no te pongas celosa, no pasó más. — Bufó. — Uno de los metales que volaron se enterró en mi pierna y Susan que es un ángel me salvó de una infección.
Reí al escuchar su loca historia.
— Que gran noche.
— ¡NO! Casi muero, te dije que esa familia estaba metida en cosas ilícitas.
— Lo sé. — Suspiré.
— Pero parece que le importas Irina, es la clase hombre que estaría dispuesto a recibir una bala por ti o mover mar y cielo por encontrarte.
No pude evitar sonreír al escuchar sus palabras.
— Necesito hablar con él...
Antes de que pudiera seguir hablando una tercera persona nos interrumpió.
— Irina, me da gusto volver a verte.
— Daniel, ¿qué haces aquí? — Pregunto Josh.
— Tenía un desayuno con Marcella, pero tal parece que se ha cancelado.
— Puedes sentarte con nosotros, ¿verdad Irina? — Dijo Josh mirándome.
— Claro.
— No quiero importunar, igual lo agradezco debo irme, pero Irina antes deseo hablar contigo.
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Peligrosa atracción.
Romance¿Alguna vez se habían sentido corrompidas por el diablo? Bueno, pues así es como se sentía estar cerca de ellos.