"La intriga."
Un mes después.
Gracias a Josh tuve la oportunidad de hacer nuevamente lo que me apasiona, en un ambiente más tranquilo, realmente podía ver el arcoiris después de la tormenta o al menos por el momento ya que nuestra competencia es dura.
La directiva está feliz con mi trabajo, Marce mi jefa se ha portado como nadie, ella valora y aprecia lo que hago, tanto que mi tiene a cargo del proyecto de esta temporada junto a Daniel.
— ¿Estás libre para comer?
Daniel es otra de las personas realmente atentas conmigo, me ha hecho sentir parte.
— Es posible. — Sonreí mientras cerraba mi libreta.
— Comer aumenta la inspiración, yo invito. — Sonreía mientras me hacía una señal con la cabeza para salir.
Guarde todo, tomé mi bolso y salí junto a él.
Me llevo hasta su auto y como todo un cabello abrió la puerta para que pudiera subir, una vez dentro se dió la vuelta para subir él y dar marcha.
— En el mes que llevas aquí, es la primera vez que logro convencerte para que accedas salir a comer, te la vives trabajando y no me mal entiendas es bueno, pero tomarte un descanso igual es válido.
Al llegar, aparcó el auto, bajo y nuevamente se acercó para abrirme la puerta y ayudarme a bajar.
— Podré tomarme un descanso cuando lo que me encargo Marce este terminado, gracias. — Agradecí ante su acción.
Entramos al restaurante y nos guiaron a una mesa junto a la terraza, una vez sentados cheque la carta.
— Cuando Josh me platico de ti, no imaginé que terminarías superando mis expectativas.
Bajé la carta y lo miré.
— ¿A qué te refieres? — Cuestioné.
— Joshua si lo deseará y me lo pidiera sería tan magnífico como tú, porque es un conocedor, cuando me habló de ti y lo que te hicieron entendí que lo que deseabas era venganza, pero te miro y observo lo que haces y sólo puedo ver a una chica llena de luz, apasionada y comprometida. — Me miraba con una sonrisa de lado a lado. — No se equivocó, eres fascinante y una en un millón.
Reí negando.
— Llevo un mes aquí, no conoces nada de mí, Daniel.
— Lo sé, por eso estamos aquí. — Levanto la carta observándola. — Eres mi compañera, deseo conocerte más a fondo.
Sonreí y no dije más.
Después de ordenar, comimos en silencio durante un lapso.
Bebía jugo mientras admiraba la vista, era muy linda, podía sentir la suave brisa en mi rostro, pero igual la mirada de Daniel sobre mí.
— ¿Por qué? — Cuestioné.
— ¿Qué cosa?
— Me miras tanto. — Deje el vaso sobre la mesa.
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Peligrosa atracción.
Romance¿Alguna vez se habían sentido corrompidas por el diablo? Bueno, pues así es como se sentía estar cerca de ellos.