Capítulo 24.

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" La infancia de mis sueños".

Damián Langford.


Todo lo que había evadido estás últimas semanas, todo sentimiento de inquietud, aquella barrera se vino abajo al verla.

— Irina.

Ella igual solía sorprendida, pero fue inevitable la sonrisa que se dibujo en su rostro al hacer contacto visual conmigo.

— ¿Se conocen? — Emiliano sonaba confundido, sin embargo no podía prestarle atención, es difícil hacerlo cuando ella te mira de ese modo.

— Fui pasante con Priscila. — Respondió Irina, quien tampoco apartaba la vista de mí.

— ¿Trabajaste con Priscila? — Emiliano estaba que no lo creía, pues él igual sabía lo pesado que era trabajar con una mujer como Priscila. — Dame un momento Irina, quiero presentarte alguien más.

Emiliano se alejo entre toda la multitud.

— No sabía que te gustará correr.  — Se acercó observando mi auto.

— Hay mucho que no conoces de mí.

— ¿Por qué lo hiciste? — Se dió la vuelta quedando apoyada en el auto.

— ¿Hacer qué? — Me acerqué a ella.

— Irte sin despedirte. — La sonrisa en su rostro se desvaneció.

Y fue ahí que recordé sus palabras y el último momento en el que estuve con ella.

— Dijiste que estarías mejor si no me hubieras conocido. — Respondí en seco.

— Damián, yo no hablaba en serio. — Hizo una pausa. — Entiende que estaba molesta por tu comportamiento.

— Discúlpame rojita, discúlpame por querer que siguieras viva.

— ¿Y por eso me tenías contra mi voluntad? — Irina frunció el ceño.

— Sí eso implicará tenerte a salvo — Me acerqué más a ella apoyando mi mano derecha en el auto acortando la distancia entre ambos. — Lo volvería hacer.

El olor de su perfume penetró mis fosas nasales, podía sentir sus nervios intentando huir, pero no había salida la tenia acorrolada.

— Irina, ella es Camila.

Al escuchar la voz de Emiliano, Irina apoyo sus manos en mi pecho apartandome, sonreí a medias y me giré hacia Emiliano.

— Me encanta tu cabello. — Camila se acercó a Irina.

Emiliano me lanzó aquella mirada juzgona de: Sé lo que haces, yo simplemente lo ignore y puse atención a las chicas.

— Cam estuvo en la carrera. — Emiliano miro a Camila. — Cam tengo la tarea de mostrarle a Irina el país y creí que tu ayudará me sería útil.

¿Mostrarle el país?

En todo este tiempo no me he hecho la pregunta más importante.

— ¿Qué haces aquí? — Cuestioné a Irina.

— Es complicado. — Irina me miró a medias.

— Cuenta conmigo, yo puedo hacerme cargo de esta preciosura y la primera parada es ir a festejar. — Camila tomo a Irina de la mano alejándola de nosotros.

— Lo que sea que pretendas, detente. — Se acercó Emiliano.

— No se de qué hablas. — Fingi demencia.

Peligrosa atracción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora