" Encadenados al infierno".
La alarma no para de sonar, los rayos de sol que atraviesan la ventana chocan con mi rostro y mi cabeza me está matando, abrir los ojos es una tortura.
Juro que jamás vuelvo hacerlo.
Saque fuerza de voluntad para salir de la cama, ni siquiera se como llegué, aun tengo el vestido, me encamine al baño, lo que mis ojos veían en el espejo era la peor versión mía, estaba hecha un desastre. Una ducha fría ayudaría, abrí la regadera y de inmediato me metí.
Tantas fiestas con Josh y no he aprendido nada, salí de la ducha envuelta en una toalla, la migraña seguía, pero me sentía fresca. Son las 9:00am, debía bajar al desayuno hace 20 minutos.
¡Mierda!
Teníamos una excursión temprano, me puse un lindo bikini verde, un short de mezclilla con unas sandalias y una blusa de tirantes, tomé mi bolso con lo necesario y para disimular me coloqué unas gafas de sol.
Salí al jardín donde todos estaban reunidos.
— ¿Cómo amaneciste? — Emiliano se acercó con una aspirina y un electrolito.
— Fatal. — Metí la pastilla a mi boca y dí un sorbo al suero.
— Es un milagro que sigas viva. — Bromea.
— En la vida vuelvo a beber tanto, ¿por qué me permitiste hacerlo? — Hice puchero, la cabeza aún me dolía.
— Parecías feliz, no quería arruinar eso.
— Si estás son las consecuencias de la felicidad, quiero ser infeliz siempre.
Emiliano solto una carcajada y me llevo por un poco de fruta, podía escuchar a Camila, Christian y Damián discutir sobre lo que haríamos.
— Es la tradición, hace mucho no lo hacemos. — Camila trata de convencerlos.
— Ya no somos unos pubertos. — Se excusa Christian.
— ¿De qué hablan? — Miro a Emiliano.
— De jóvenes teníamos una pequeña competencia de egos, nos gustan las carreras y adrenalina. Camila se inventó un juego llamado "Encadenados al infierno".
— ¿En qué consiste?
— Una serie de obstáculos que implican fuerza y destreza.
— Suena interesante.
— Lo es. — La voz de Damián se coló detrás mío.
— ¿Y por qué no lo jugamos?
Damián soltó una risa y Emiliano negó.
— Dudo que puedan pasar del primer obstáculo y somos demasiados.
— Nos subestimas. — Me quite los lentes.
— ¿Eso crees? — Damián se acercó. — Bien, lo haremos.
— ¿En serio? Te negaste hace unos momentos. — Se queja Christian.
— Haremos 4 equipos. — Damián los reunió. — Camila con Joshua, Christian con Aurora, Emiliano con Marcella e Irina y yo. — Marce me aniquila con la mirada al escuchar eso último.
— ¿Por qué debo ir contigo?
— Trato de que los equipos sean balanceados, he ganado este juego las últimas 5 veces.
— Teníamos 15 años, idiota. — Reprocha Camila.
— ¿Y? — Su maldita arrogancia. — Soy, fui y seré el mejor siempre.
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Peligrosa atracción.
Romance¿Alguna vez se habían sentido corrompidas por el diablo? Bueno, pues así es como se sentía estar cerca de ellos.