El fin de semana, Michael se la pasó viviendo en la casa de Noah, y por más sorprendente que sonará, seguramente sus papás ni habían notado que su hijo no había estado en casa desde hace un buen rato. Noah lo trataba tan bien, siempre lo cuidaba y le subía el desayuno, el castaño desconocía si lo preparaba él mismo o mandaba a alguien a hacerlo, pero le daba relativamente igual, lo que importaba era el gesto. Michael tuvo la oportunidad de conocer a sus padres un poco más a profundidad, eran unas personas verdaderamente amigables y muy ligeras. Todos en esa familia eran de espíritu libre, podía entender perfectamente por qué Noah era como era.En la mañana del lunes, Noah estuvo bastante ocupado, pues estaba buscando como loco al profesor Matteo. Quería hablar con él respecto al tema de Michael, si tenía que admitirlo, estaba un poco nervioso, temía no saber cómo llegarle al profesor y convencerlo de que detuviera todo ese asunto de la psicología escolar.
Matteo estaba en la oficina de francés comiéndose una naranja cuando alguien llamó a la puerta. Noah tocaba frenéticamente la puerta, estaba un poco desesperado, pero lo hacía principalmente para molestar al profesor, tenía una relación amor-odio con Matteo.
-¡¿Qué quieres?!- abrió la puerta enojado.
-¡Profesor! Parece que alguien se perfumó en naranja.- Noah se carcajeó, el profesor solo hizo un bufido.
-Entonces, ¿Se puede saber el porqué de tu visita?- preguntó desesperado.
-Es sobre Michael.- la expresión de Matteo cambió en un instante.- Es sobre su bienestar.- el profesor abrió la puerta para que ambos pudieran pasar.- Me temo que necesita ayuda.
-Lo sé, pero no es de tu incumbencia.- lo frenó por completo, mierda, sí que era una persona difícil de tratar.
-Tienen que dejarlo de llevar a la psicóloga del colegio.- Noah le pidió un tanto apresurado, pues Matteo lo volteó a ver como si acabara de decir la estupidez más grande.
-Estás mal de la cabeza.- tomó la naranja de su escritorio y continuó comiéndosela.- Como te dije anteriormente, no es de tu incumbencia lo que se haga con Michael en el colegio.
-¡Es mi novio!- el profesor alzó las cejas sorprendido, era una verdadera sorpresa escuchar que Michael, el alumno que más problemas le había causado, el alumno que siempre llegaba a su oficina porque molestaba a los "gays", tuviera novio, y ese fuera nada más ni nada menos que Noah Howard. La vida sí que estaba llena de sorpresas.- Él tiene una relación complicada con sus padres, además de que no puede permitirse pagar un psicólogo.
-Lo sé, es por eso que está en el programa escolar y es atendido por las psicólogas de la escuela.- le respondió en un intento desesperado para que Noah saliera de su oficina.- ¿Es todo lo que tienes que decir?
-Tú y yo sabemos muy bien que las psicólogas del colegio no sirven ni un carajo.- la voz de Noah se tornó oscura.- Voy a pagar por todas sus sesiones, cada una de ellas, y será en el mejor consultorio que haya en esta miserable ciudad.- Matteo lo veía fijamente con una mirada amenazadora.
-Sabes que no puedes hacer eso.- se recargó en el escritorio.- Sabes que tú solo no te puedes encargar de un niño suicida. Según sus resultados, está muy dañado.- era hora de Noah de poner cartas en el asunto.
-Y tú sabes que esta sería otra historia si hubieras permitido ayuda ajena cuando yo más lo necesité.- Noah se acercó peligrosamente a Matteo.- Sabes lo peligrosos que pueden ser esos psicólogos.- se detuvo frente a él.- No creo que quieres cometer los mismos errores que cometiste conmigo, cometerlos con Michael.- Matteo no rompía el contacto visual, era una pelea de miradas entre Noah y el profesor.
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Bajo la Sombra de la Moneda
RomanceMichael, un joven atrapado entre las sombras de la mediocridad y los susurros persistentes de su mente, encuentra su vida entrelazada con Louis y Anthony, dos compañeros que parecen tenerlo todo. En la fachada de una normalidad superficial, la escue...