El Gran Comedor aún destellaba con la cálida luminosidad de las últimas luces navideñas. Sin embargo, en el corazón de Ágata, un oscuro presentimiento había eclipsado todos y cada uno de los días de las festividades. Entre las risas y las charlas de los alumnos recién llegados de sus casas en el Expreso de la Universidad de Hogwarts, una ausencia pesaba como un eco sordo en su mente: la de Mattheo, a quien no había vuelto a ver desde que se marchó con su exnovia de la Sala Común para hablar con ella.
Aunque Ágata había esperado que su charla no durara más de quince minutos, ni Astoria ni Mattheo regresaron a la Sala Común. Tanto ella como Theo pasaron un largo rato intentando entablar conversación con su hermana mayor Daphne, que no era mucho más agradable que ella. Si bien era que no sonreía tanto como para llegar a verse perturbadora o tratara de ser tan exuberante, seguía siendo una compañía displacentera. La mayor parte del tiempo se lo pasó poniendo muecas y contestando agriamente a las preguntas cordiales que trataban de hacerla mientras Pansy terminaba de prepararse para el banquete. Cuando ésta, que en teoría había sido la más cercana a Daphne durante sus años escolares, finalmente apareció, tampoco fue mucho mas agradable. No parecía igual de emocionada que su hermana pequeña por volver a ver a sus amigos.
Cuando bajaron al vestíbulo, Astoria ya se encontraba allí. Como había prometido a su hermana, se reuniría allí con ella a las seis y media, cuando también comenzaba el banquete de nochebuena de Hogwarts, para regresar juntas a casa de sus tíos. Sin embargo, no había ni rastro de Mattheo. La pequeña de las Greengrass se despidió calurosamente de Theo y Pansy, que no correspondieron con la misma gana a su energía, y le hizo un ademán de mano a Ágata en señal de despedida.
—Un placer conocerte, Ágata —le dijo con una sonrisa que a ésta le pareció maliciosa—. Tal vez nos volvamos a ver.
—¿Desde cuando mantenéis contacto con ellas? ¿Quiénes son Hestia y Flora? —preguntó Ágata mientras los tres se disponían a entrar juntos en el Gran Comedor, aprovechando que las hermanas ya no podían escucharles y acordándose de la mención de las chicas antes de que Astoria se marchara con Mattheo.
—Que yo sepa, ninguno de nosotros hemos hablado con ellas desde hace un año. Bueno, Pansy sí las vio durante el último curso...
—Pero aún así apenas me llevaba ya con ellas —se apresuró a añadir Pansy—. Prácticamente solo me hablaba con Blaise. Pero ya has oído a Theo: Astoria es una zorra manipuladora. No le quedarán chicos en la escuela a los que incordiar y habrá decidido volver a marear a Mattheo.
—Y esas chicas son las gemelas Carrow, las primas biológicas de Mattheo. Pero tampoco es que él tuviera mucha relación con ellas —le explicó Theo.
Pansy también le contó que tras la caída del ministerio de Magia y la toma de control de los mortífagos de la escuela, el padre de las gemelas, Amycus Carrow, había sido el profesor de Artes Oscuras (pues eliminaron la parte de defensa). Tanto él como su hermana Alecto fueron directores adjuntos: ésta enseñaba además la asignatura de Estudios Muggles, en la que se dedicó a enseñarles a los alumnos que éstos no eran más que meros "animales repugnantes".
Cuando los tres se sentaron en una alargada mesa que recorría casi todo el largo del Gran Comedor para albergar a los pocos estudiantes y profesores que habían decidido quedarse en el castillo en lugar de separarlos como era habitual por mesas de ocho, comprobaron que habían estado equivocados al pensar que Mattheo habría decidido encontrarse con ellos allí. Tampoco apareció en la fiesta de después, por lo que Ágata se dirigió a medianoche a su cuarto mientras Pansy y Theo bebían licor de chocolate con otros compañeros de su casa en la Sala Común. Sin embargo, nadie respondió cuando llamó a su puerta. Esperó encontrarlo en el observatorio de la Torre Este, pero no había nadie allí cuando llegó. A la mañana siguiente, tampoco lo vio en el desayuno, ni en el resto de comidas o en la biblioteca. Cuando le preguntó a Theo, éste le dijo que Mattheo no se encontraba muy bien, que creía haber cogido un resfriado y que ni siquiera a él le dejaba entrar en su cuarto. Poco después Theo les anunció que, a petición de Mattheo, ambos volverían para pasar el año nuevo con sus padres. Cuando Theo se despidió de ellas unos días después justo antes de ir a la estación, les dijo que Mattheo había tenido que salir antes para comprar algunas cosas en Lumindale y que les mandaba saludos.
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El Despertar de los Sanna: Los Hilos del Destino
Fanfic¿Quien fue el primer mago? ¿Quien fue la primera bruja? El surgimiento de las personas mágicas es desconocido, pero sus inicios se remontan a una familia; los Sanna, datados en la antigua Roma. Sin embargo, la continuación de este linaje es desconoc...