[pausada y en corrección] TROLLHUNTERS: un nuevo tiempo.

CAPÍTULO 6: Elegir un bando.

Strickler continuaba en la planta alta en su forma humana, detrás de él habían Goblins. Muchos goblins.

—¿Que estás haciendo aquí, Joven Atlas?

—Solo...pasaba por aquí. ¿No?

—E intentando estorbar en los planes de Gunmar, supongo —chasqueó la lengua, y luego puso su atención en Toby, tirado en el suelo—. Y de paso, nos trajiste un presente —rió. Jim se giró instintivamente hacia su amigo, que estaba aún débil, pero no podía hacer nada, ya que Nomura seguía delante suyo. Si se movía, podía revanarlo de un solo golpe.

Nomura hizo que Jim retrocediera y los goblins comenzaron a acercarse desde el piso superior. El joven no tenía escapatoria, y comenzó a pelear contra todos.

Cuando Strickler vió la habilidad de Jim, se sorprendió. Un chico de 15 años no sabría manejar una espada de esa manera, y en ese momento se sorprendió aún más.

—¡Imposible! —exclamó— ¡Está empuñando la espada de la luz!

—No me digas —ironizó Nomura, mientras continuaba combatiendo contra Jim, que rebanaba Goblins mientras ella continuaba atacandolo.

Al ver la desventaja que llevaban contra el muchacho, Strickler salto desde donde estaba, hasta el piso bajo, ya en su forma troll.

Ahora, Jim no podía hacer nada, lo estaban atacando de todos lados, luchaba con todas sus fuerzas, pero no daba abasto. En ese momento, mientras luchaba con todas sus fuerzas se oyó un grito y ¡¡¡Aaarrrgghh!!! Entró por el techo y comenzó a retener a los impuros y a los goblins.

—Dejar en paz bolsa de carne.

Jim y ¡¡¡Aaarrrgghh!!! Peleaban lado a lado, y lograron vencer a todos los goblins que había en el museo, mientras los cambiantes seguían en la labor de atacar.

Antes de que ¡¡¡Aaarrrgghh!!! agarrara a Nomura, Jim lo detuvo poniendo una mano en su gran brazo.

Nomura se confundió, y alzó sus cuchillas, más no hizo ningún ademán de acercarse, viendo que no lograría nada.

Antes de nada, Jim comenzó a silbar. No una melodía cualquiera, si no, Peer Gynt. Una melodía bastante conocida para la cambiante. Que se sorprendió.

—¿Recuerdas? Cuando estábamos en las tierras oscuras, me salvaste, y yo te salvé.

Nomura comenzó a retroceder y a agarrarse la cabeza, luego se arrodilló, para luego volver a su forma humana.

Strickler miraba la escena, confundido y preocupado, si es que entendía lo que era eso.

—¡Nomura! —exclamó, y luego se arrodilló junto a ella— ¿Que le hiciste? —preguntó clavándole la mirada a Jim.

—Le hago recordar —respondió Jim arrodillándose frente a ellos, con toda la serenidad del mundo.

—¿Quien eres, bolsa de carne? —Nomura habló, acariciándose las sienes.

—Soy James Lake Jr. —respondió extendiéndole la mano para que se levantara. Nomura lo miró con el seño fruncido y tomó su mano, pero luego intentó atacarlo. Afortunadamente Jim logró esquivar el golpe, fué bastante predecible, y él seguía en un estado de serenidad absoluta.

—Nomura, entiende, no quiero pelear contigo —aseguró esquivando los golpes.

—¡Entonces explícame que me hiciste! —espetó, intentando golpear sin fuerzas al chico—. ¿E-eres un... un mago?

—No

—¡¿Quien eres?!

—Ya te lo dije —respondió. Y Nomura dejó de atacarlo de la nada. Se quedó paralizada en el lugar, como una estatua.