En las oscuras y silenciosas calles de la ciudad, una figura encapuchada se deslizaba entre las sombras. La luna, apenas visible entre las nubes, arrojaba una luz plateada sobre el misterioso viajero. Su nombre era Izuku Midoriya, un joven cazador de demonios con un destino desconocido y un poder insondable.
Izuku caminaba con determinación, su mente enfocada en su próxima misión. Hace años, descubrió que poseía un don excepcional: cinco respiraciones ancestrales, una herencia legendaria que lo convertía en un cazador de demonios formidable. Sin embargo, este poder estaba envuelto en secreto, compartido solo con su madre, Inko.
Mientras se adentraba en las sombras, una voz ronca y amenazante rompió el silencio de la noche. Un demonio se alzaba ante él, con ojos de fuego y garras afiladas. Izuku sacó su espada, empuñando el poder de la respiración de agua, una fuerza que fluía con la fuerza de los océanos.
El demonio rugió, pero Izuku no vaciló. Con movimientos fluidos y precisos, esquivó los ataques del monstruo y contraatacó con ferocidad. Cada golpe de su espada resonaba con el poder del agua, erosionando la resistencia del demonio como una marea implacable.
Finalmente, el demonio cayó derrotado a sus pies, disipándose en una nube de humo oscuro. Izuku bajó la guardia, respirando profundamente mientras el peligro pasaba. Pero antes de que pudiera relajarse por completo, una voz ronca lo interrumpió.
—¡Tú! ¡Ese demonio era mío!— gritó Katsuki Bakugo, emergiendo de las sombras con una mirada furiosa.
Izuku lo miró con calma antes de desaparecer en un destello de luz, dejando atrás solo el eco de su risa. Bakugo apretó los puños con frustración, jurando que algún día se encontraría con ese cazador de demonios de nuevo.
Decidiendo que era hora de regresar a casa, Izuku se encaminó hacia el pequeño apartamento que compartía con su madre. Las calles estaban tranquilas ahora, pero su mente aún zumbaba con la emoción de la batalla. A medida que caminaba, reflexionaba sobre su papel como cazador de demonios y la responsabilidad que llevaba consigo.
Finalmente, llegó a su destino y subió las escaleras hasta su hogar. La luz cálida lo recibió cuando abrió la puerta, y su madre lo miró con una sonrisa amorosa.
—Madre, he vuelto —anunció Izuku, quitándose la capucha y dejando a un lado su espada.
Inko lo abrazó con ternura, sus ojos llenos de preocupación y orgullo. —Estoy feliz de verte a salvo, Izuku. ¿Cómo fue tu misión esta noche?—
Izuku le contó sobre su encuentro con el demonio y la breve confrontación con Bakugo. Inko escuchó con atención, sus labios fruncidos en preocupación.
—Ten cuidado, hijo —dijo ella suavemente. —El mundo de los cazadores de demonios es peligroso y lleno de enemigos. Pero sé que eres fuerte y valiente. Solo prométeme que siempre regresarás a salvo—
Izuku asintió con determinación. —Lo prometo, mamá. Protegeré este mundo de las sombras, cueste lo que cueste—
Con eso, madre e hijo se abrazaron con fuerza, encontrando consuelo y fortaleza el uno en el otro en la noche tranquila.
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Izuku el de las 5 respiraciones
Fiksi PenggemarIzuku Midoriya con el poder de 5 respiraciones las cuales irán descubriendo mientras leen la historia 22 - Mayo - 2024