"ʙʟᴀᴄᴋ ᴄʜᴇʀʀʏ" → [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ]

11

Inhalando profundamente, JiMin pudo detectar con una sonrisa en su rostro, el dulce y empalagoso aroma a café con leche que en estos momentos TaeHyung consumía. Aquel alfa era sumamente guapo, había que admitirlo, y lo era aún más de perfil tomando de aquella taza caliente. Le sorprendía que a pesar de ser un alfa que se dedicaba al mundo de la mafia, era simplemente un débil que necesitaba un poco de atención, sólo la suficiente para ganarse su confianza.

—Y bien… —TaeHyung habló, sacando a JiMin de sus pensamientos, quien se dedicó a tomar de su propio café americano, dándole un sorbo en lo que continuaba el alfa —Dime a qué me has citado, JiMin —cruzó sus propios dedos sobre la mesa, mirando fijamente al castaño.

—Verás… —carraspeó duramente su garganta, dejando su taza de café para continuar —, hace dos días me dijiste algo que debo de admitir, me intrigó bastante —TaeHyung le siguió mirando, asiento con la cabeza en seña de que continuara —Dijiste que era agradable ser escuchado, ¿no? —el alfa asintió —¿podría saber porqué lo has dicho de tal forma? Sé que llevamos muy poco en conocernos, y somos rivales de cierta forma gracias a tu amigo, el gran llamado… —hizo comillas con sus dedos, virando los ojos bajo la máscara —: “señor Jeon”.

TaeHyung rió ante aquello de forma tierna.

—Pero creo que las inconformidades que podamos tener él y yo son muy apartes de lo nuestro, ¿no? —Tae achicó los ojos, dándole una pequeña sonrisa —. Hey, no mires así, me confundes —advirtió de forma juguetona, causando que el alfa sonriera nuevamente.

—Eres muy agradable, ¿sabes? —admitió TaeHyung, dando un enorme y profundo suspiro para después continuar —Mira… sé que es muy en el fondo buscas algo de mí, y honestamente no me apetece averiguarlo. Al contrario, sería agradable que tú me lo dijeras —JiMin se tensó, tragando duramente saliva —. Venga, lo que tú y yo hablemos será completamente independiente a mi amigo.

JiMin se dejó caer al respaldo de la silla, claramente pensativo y en duda de cómo podría pedir aquello. Debía admitir que el chico le había sorprendido, había supuesto que sería pan comido, que le ganaría fácil a toda costa. Pero estando al mando de JungKook no le sorprendía, al contrario, le agradaba que no fuese presa fácil. Y si sincero quería que fuera, sincero iba a ser.

—Bien… —llevó la taza de café a sus labios, dándole un sorbo sin siquiera notar que había dejado una visible marca de sus labios pintados de negro en la taza —Me gustaría que fuésemos cercanos, verás, soy prácticamente nuevo en la ciudad, desconozco básicamente todo, y no me gustaría asociarme con personas… incorrectas, por así decirlo.

—Continúa —respondió TaeHyung de forma simple, subiendo una pierna encima de la otra. El traje negro pegado a su cuerpo le hacía notar sus bien trabajados músculos.

—Y quisiera empezar con que me ayudes con algo sumamente importante…

—¡Bingo! —Tae soltó una risita, finalmente dándole el último trago a su taza para soltar un jadeo, lamiendo su labio inferior para quitar el líquido —. Perfecto, no hay problema en ello.

—¿De verdad? —levantó la mirada JiMin, inflando su pecho a la vez que cruzaba sus brazos.

—Pero… quisiera algo a cambio —JiMin asintió, mirándole en todo momento —¿podrás con ello?

JiMin asintió sin dudarlo. TaeHyung se sentía más que satisfecho con su gran mentira, estaba dispuesto a ponerlo a prueba de todas las formas posibles, así como el chico lo estaba queriendo hacer con él.

—Perfecto…

—Dime de qué se trata —JiMin se retiró la gorra de la capucha, evidenciando su cabellera castaña.