"ʙʟᴀᴄᴋ ᴄʜᴇʀʀʏ" → [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ]

38

—¿Q-qué has hecho?

El tenso silencio se había formado de la nada en la oscura y amplia habitación. Ambos cuerpos se encontraban unidos y abrazados, JungKook aún seguía mordiendo la piel de su cuello del omega al igual que aumentaba el agarre a sus caderas, era una clara seña de aquel omega era suyo, porque malditamente que lo era. JungKook era autoritario, JiMin comprendía aquello porque desde niño siempre obtenía lo que deseaba, y JiMin no sería la excepción, menos cuando la verdad había sido desenmascarada; JiMin era su destinado.

—¡Te he hecho una pregunta! —JiMin le tomó de la cabellera, finalmente quitándolo de su cuello para separarlo y mirarlo fijamente. JungKook se removió en su mismo lugar, permitiéndose colocar ambas manos a los costados de la cabeza del omega para encararle. Ambos cuerpos se encontraban bañados en sudor y respiraciones agitadas. Su calor y el aliento presenciándose entre ambos.

—Yo… —el alfa fue bajando la mirada al cuerpo del omega, aquel torso que se encontraba lleno de pequeñas marcas de besos y mordidas. Más abajo se encontró con la unión de ellos, entrando en la realidad de que había formado un nudo dentro del omega —¿T-te duele, bombón?

—N-no realmente… —parpadeó un par de veces confuso, apretando los hombros del alfa —, pero me has… me has mordido, Jeongguk.

—¿Qué? —agrandó los ojos, permitiéndose tomar la mindibula del omega para alzarle la mirada, inspeccionando a detalle la piel, removiéndose un poco encima del cuerpo del omega.

—¡Auch! No te muevas, el nudo duele —se quejó el omega avergonzado, provocando que JungKook sonriera.

—Lo siento mucho, estoy tratando de revisar la mordida temporal.

—¿Mordida temporal? —cuestionó el omega con el ceño fruncido —¿Qué cosa es?

—Bombón, no te marcaría sin tu autorización —aclaró con tranquilidad, acariciando con dulzura la mejilla del omega, después besando sus labios para calmarle. JiMin sonrió ante el gesto, escuchándole.

—Me asusté, joder —sinceró el omega.

—En la mañana iré a la farmacia más cercana para traerte una pastilla anticonceptiva, lamento mucho que mi nudo se hinchara —dijo con vergüenza el alfa, sonriendo nervioso —. Tener sexo contigo es jodidamente sensacional, mi vista se nubló por completo y me orillé a morderte de esta forma. Sólo es temporal, tendrás mi aroma temporal y cualquier maldito alfa que desee acercarse a ti sabrá que es mejor que se aleje.

—Hey, qué posesivo —le regañó el omega en tono burlón, golpeando con poca fuerza su brazo —Dices que soy tuyo y aun no me invitas un café, ¿puedes siquiera hacer eso?

JungKook sonrió hasta formar unas pequeñas arruguitas a los costados de sus mejillas, negando con la cabeza ante el comentario del omega. Sus cuerpos aun seguían unidos y calientes, aunque podía sentir que su nudo finalmente comenzaba a bajarse.

—¿De verdad te irás a Tokyo? —preguntó JungKook un poco más serio, tragando duramente saliva para poder continuar —¿No te interesa ni un poco platicar lo nues- —JungKook paró, aclarando su garganta —, lo de que somos destinados?

—Me interesa —sinceró, elevando una mano al rostro del alfa, comenzando a acariciar sus mejillas con el dorso de su mano, incluso suspirando al admirar el bello rostro del mayor, sonriendo —, pero no me preguntes ahora qué deseo hacer porque ni yo sé —dijo, formando una mueca —, sólo sé que ahora mismo deseo estar contigo todo lo que resta de la noche. Nunca en mi vida había sentido una unión tan transparente y esencial como contigo. Mi lobo estaba aullando ante la conexión con el tuyo. Él siempre rechazaba a cualquier alfa con quien estuviese, pero contigo…