"ʙʟᴀᴄᴋ ᴄʜᴇʀʀʏ" → [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ]

24

—¡Abajo! 

JiMin inmediatamente acató la orden antes de escucharse los fuertes y ensordecedores balazos que comenzaron a darse en dirección a ellos, donde ambos dentro del auto trataban de buscar sus respectivas y aliadas armas bajo los asientos, que fue luego de unos ssegundos en cuanto dieron con ellas, rápidamente mirándose entre sí. 

—¿Realmente creiste que pararían con aquella estúpida amenaza? —cuestionó JiMin con dureza, rodando los ojos a la vez que preparaba el arma, tratando de concentrarse a pesar de escuchar los balazos —. Esto debe parar, ¿de acuerdo?

—Lo sé, amor, lo sé, por favor deja de recalcármelo —el alfa rodó los ojos completamente frustrado, finalmente tomando valentía para asomarse un poco por la ventana de su lado, donde al parecer el ataque había tomado pausa debido a la falta de munición por parte de los atacantes.

—Saldré —avisó JiMin, tratando de abrir la puerta pero entonces su alfa le tomó de la muñeca, impidiéndole aquello —TaeYang, no hay nada de tiempo, debemos apresurarnos antes de que vuelvan a atacar.

—Minnie… ¿podrías confiar en mí? —pidió de manera dulce, tragando saliva. 

JiMin frunció el ceño ante la duda, acercándose al alfa para acunar su rostro y asentir con la cabeza rápidamente por la desesperación dada del ataque, plantando un beso en sus labios. 

—Sabes que sí, eres mi alfa y no confío en absolutamente nadie mas que en ti —respondió con simpleza, acariciando dulcemente su mejilla.

—Entonces por favor… —tomó la mano del omega, entregándole el arma para sonreír con completa seguridad, a lo que JiMin al ver y adivinar su frase rápidamente negó, pegando su frente con la del alfa, donde este le besó la punta de su nariz para continuar —, por favor, toma el arma y vete por la parte de atrás en el camellón, prometo volver. 

—TaeYang… no, no puedo-

—Dijiste que confiabas en mí, ¿cierto? —le recordó, a lo que JiMin tragó el nudo en su garganta a la vez que asentía con la cabeza —. Así que por favor vete, sólo arreglaré cuentas con esos hijos de puta. Te buscaré, ¿de acuerdo?

—Esos hijos de puta te quieren muerto, yo no-

La plática no tardó en ser interrumpida por nuevamente los balazos, donde si no fallaban se trataban de cuatro personas frente a ellos del auto disparando con la única intención de que se rindieran. JiMin podía escapar, era obvio, incluso ambos podía hacerlo, pero si seguía así aquello sería peor. Su alfa necesitaba saldar cuentas con sus enemigos, por lo que JiMin en completa terquedad se rindió para acatar su orden, no sin antes plantar un beso en los labios del alfa.

—Ten cuidado, confío en ti —murmuró JiMin, a lo que el alfa le sonrió y sólo asintió con la cabeza.

—Gracias, amor, prometo buscarte pronto.

Pronto…

Te encontraré.

Volveré a ti pronto.

Lo prometo.

—Lo prometo… —JiMin plantó una amarga y agria sonrisa a la vez que negaba con la cabeza, mirando detenidamente al suelo a la vez que las lágrimas resbalaban por sus mejillas, donde sencillamente se limpió con la ropa de JungKook que aún mantenía abrazando, donde al percatarse de su acto la mandó lejos al suelo de manera brusca, sorbiendo su nariz —, dijiste que lo prometías y no cumpliste con tu maldita promesa. 

JiMin se puso finalmente de pie ya con su ropa lavada, el última día de su celo por fin había llegado y Wheein siendo naturalmente atenta con el omega le había preparado su vestimenta la cual había estado sucia en la pelea con JungKook. El calor de su celo había desaparecido al igual que las hormonas fuertes que había llegado a desprender durante su intenso periodo de celo, incluso su energía estaba de vuelta, por lo que se acercó a la puerta de metal, asomándose por la pequeña ventanilla a una cierta altura, donde desafortunadamente no lograba alcanzar.