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Los días definitivamente ya no se sentían como antes.

JungKook sentía un enorme vacío en su pecho cada día en las mañanas. Transcurridos diez días desde la muerte de sus madres, apenas había logrado salir de su habitación a tan sólo comer. JiMin no le buscaba para darle su necesitado tiempo y espacio, pero era obvio que no se sentía a gusto con ello. El omega realmente le extrañaba y en realidad no habían hablado de absolutamente nada, lo cual debían hacer pronto, porque de lo contrario él enloquecería.

Sentado en el apagado jardín de Wheein, JiMin yacía mirando las rosas del alrededor, aquellas que gracias a él aún se mantenían con vida y en su floreciente color. Taehyung de la nada había llegado a sus espaldas de forma sigilosa, llevando una mano al hombro del omega, donde este supo de quien se trataba y sólo se mantuvo en su misma posición.

—Hola, Tae.

—JiMinnie, sé que son cosas de ustedes… —murmuró el alfa, dirigiéndose a su lado para de igual forma sentarse a su lado, mirándole a pesar de que este no lo hacía —, pero realmente debes hablar con él. Le conozco bien, y nadie mas que tú hará que salga y vuelva a la posición que le corresponde.

—¿Hace cuánto? —preguntó JiMin serio, mirando a la nada con el gesto apagado.

—¿Hace cuánto qué?

—¿Hace cuánto no sale de la habitación?

—Con hoy son tres días que no le veo salir ni siquiera para comer —explicó Taehyung cabizbajo, tragando duramente saliva para lograr continuar, no sin antes relamer sus labios —, se está sobrepasando.

JiMin enterró las uñas en el pasto, incluso mostrándose la tierra en el acto.

—Esto es el colmo ya —bramó JiMin, cerrando los ojos con lentitud para tratar de calmarse —, quiero entenderlo, de verdad quiero pero —apretó las manos en puño, abriendo los ojos después mirar al peliazulado con el ceño fruncido, las lágrimas acumulándose en sus ojos —, pero no puedo… a mí también me duele la muerte de Wheein y Hwasa pero… —sorbió su nariz, la cual se tornó rojiza al instante por el llanto —, pero no quiero que siga haciendo esto. Tengo miedo de perderlo también.

—Hey, no lo hará —Taehyung le tomó rápidamente de las manos, negándole con la cabeza para tratar de calmarle, a lo que el omega cerró los ojos y las lágrimas finalmente cayeron por sus mejillas  —. Mi amigo jamás se daría por vencido en nada, y menos sabiendo que su cachorro viene en camino —llevó una mano al vientre de JiMin, donde el omega le tomó de la muñeca y se zafó del agarre.

—Si realmente le importara habría salido desde los primeros días —bramó molesto, volviendo la mirada al frente con el ceño fruncido y con las voz quebrada, nuevamente sorbiendo su nariz —, tal vez estoy siendo egoísta, pero yo también requiero de su atención. Desde el día del entierro se esfumó en su habitación, ni siquiera es para llamarme o hablarme. Alguien que por favor le pregunte que si ya no me quiere volver a ver que sea directo y que me lo diga, ¡no que se esconda!

—Hey, señor dramático, no es eso, ¿de acuerdo? —Tae viró los ojos por lo mencionado, llevando una mano a reposar al hombro del omega, atrayendo su mirada —, él no tiene pelos en la lengua y si fuese eso te lo habría hecho saber desde el primer momento.

—¿Entonces qué mierda es? —cuestionó enojado, limpiando sus mejillas con el dorso de su mano, aún mirando al alfa.

—Jeongguk me pidió hace días que no se acercara nadie a la habitación, que deseaba estar solo sin que nadie le molestara pero… —Taehyung se encogió de hombros, plantando una sonrisa de lado —, ser el único en desobedecer sus reglas es mi pasión, así que anda ve y tú mismo cuestiónale. Yo me pongo en tu lugar, es cierto que Wheein y Hwasa no están, pero si estuviesen con vida ellas serían las primeras en romperle la cara por hundirse a llorar en la habitación.

"ʙʟᴀᴄᴋ ᴄʜᴇʀʀʏ" → [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora