"ʙʟᴀᴄᴋ ᴄʜᴇʀʀʏ" → [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ]

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Era doloroso.

Ahora realmente no importaba Siwon, ni mucho menos que el hombre hubiese logrado desaparecer hasta escapar por la ventana. JiMin estaba en completo pánico de tan sólo oler la sangre del alfa en aquella pequeña habitación. JungKook se quejaba ante el infernal dolor, tratando de no alterar al omega quien no dejaba de temblar y acunarle el rostro.

—Joder, joder, joder, no por favor, ¿Jeongguk? —nuevamente le acunó el rostro entre sus manos, a lo que JungKook mantenía una mueca y sólo asintió tranquilo, alzando una mano para juntarla con la del omega, la cual yacía sobre su rostro acariciándole —. T-tenemos que salir de aquí… tenemos que llevarte a casa para que te curen, J-jungk-

—Oh, bombón… —le interrumpió junto con una sonrisa, después borrándola cuando trató de ponerse de pie y el ardor en la espalda llegó, provocando que JiMin le ayudara, acomodándose bajo su brazo para ayudarle a sostenerse de pie.

—De verdad lo siento, dejé que esto ocurriera… —JiMin aún lloraba por lo recién dicho de Siwon además de presenciar lo del alfa, él realmente quería limpiarse con su antebrazo las lágrimas para lograr ver bien.

—Hey… —pero JungKook se adelantó, limpiando con su pulgar la mejilla del omega delicadamente. JiMin le miró fija y directamente a los ojos, sorbiendo su nariz —, está todo bien, ¿de acuerdo? No me pasará nada, sólo me ha rozado el hombro.

—Por supuesto que no —se negó el omega, incluso frunciendo el ceño molesto —, no paras de sangrar, debemos… —abrió los ojos en grande, desviando la mirada a la ventana, donde aun las cortinas se movían producto del viento que entraba —¡Ir tras Siwon! —proclamó, a lo que JungKook le tomó de la cintura con algo de fuerza para atraerlo hacia sí, deteniéndole que incluso atrajo su dudosa mirada.

—Déjale… —con dificultad pudo mencionar, volteando sobre sus hombros difícilmente para después sonreír de lado —, él ha caído por sí solo a la jaula del lobo. Ya no nos corresponde.

JiMin no entendió pero fielmente confiaba en su palabra. El omega estaba sumamente desesperado al presenciar bastante sangre en el alfa, no era agradable olerle tan de cerca como ahora se encontraban.

—Tienes miedo… —murmuró tranquilamente JungKook al omega, quien tragando saliva no queriendo admitirlo, desvió la mirada —Oh, bombón, de verdad estoy bien. No tienes por qué preocuparte.

Pero aquello sabía que no podría calmarlo, no cuando JiMin aún sentía a su lobo chillar en completa desesperación por el alfa, el mismo donde a pesar de estar herido saltaba en alta felicidad de por fin obtener atención del omega.

—¿Qué tal ahora? —cuestionó JungKook con una ceja alzada, ambos ya dirigiéndose al pasillo.

JiMin sólo pudo quedar sonrojado cuando olió esas tranquilizadoras feromonas que alfa le soltaba sola y únicamente para él, las cuales por supuesto le agradaron y le ayudaron a que parara su temblor. Incluso podía asegurar que su lobo meneaba la cola en extrema felicidad de olerle.

Entre alfas y omegas era sumamente personal utilizar feromonas de voluntad propia sólo para satisfacer a tu omega o alfa, y el que JiMin detectara su dulce tosco aroma, específicamente para él, le hacía tranquilizarse de todas las maneras posibles.

—Mejor —aseguró JiMin con una sonrisa, sosteniendo el cuerpo del alfa contra el suyo para ayudarle a caminar —, lamento haberme distraído… esto no te hubiese pasado si yo le hubiese disparado a la primera.

—Atacó un punto importante para ti, es entendible.

JiMin sólo calló con la mirada baja.

Al salir del pasillo, dirigiéndose precisamente a las escaleras para por fin salir de la mansión, ambos pudieron detectar unas pisadas de lobo que indicaban que subían en dirección a ellos. JiMin temió por un instante, sin embargo, JungKook sonrió a pesar de aun sentir el doloroso ardor en su hombro por la bala. Reconocía los aromas de su manada a pesar de estar fusionados con la sangre.