1.5 único

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Aemond está descansando junto a Aegon y su madre en el jardín, sus días ahora consisten en estar con su hermano, madre y en algunas ocasiones con la reina Rhaenyra bebiendo té, comiendo pasteles y bebiendo vino, no sé sorprende que no pueda perder el peso del embarazo.

Los pasteles son deliciosos, y nadie aquí le dice que está comiendo suficiente, así que se permite comer todo lo que quiera menos vino Aemond prefiere el agua ya que está amamantando a su hijo. Se repite después que volverá al entrenamiento y recuperará su peso.

Han pasado dos lunas desde que su hijo llego al mundo después de un difícil labor de parto, no ha recibido ninguna carta de Lucerys, la única información que obtiene del alfa es porque el nombre se ha colado en las conversaciones, especialmente cuando madre pregunta si por fin ha encontrado una pareja para su hijo, la reina menciono en su última reunión que Lucerys acababa de enviarle una carta. Lo cual significa que Lucerys estaba ignorándolo.

No ha respondido su carta y Aemond no envía ninguna otra, no quiere presionar, Lucerys ya sabe que su hijo ha nacido, simplemente está ignorándolo, quizás pese a la lejanía ya ha concertado un matrimonio a través de su correspondencia con Rhaenyra y el no responder es su forma de decir que lo está dejando de lado. Estaba de acuerdo en Lucerys queriendo guardar fidelidad a su pareja, Aemond no esperaría menos, lo único que esperaba era que hubieran tenido más tiempo.

Aun así, espera, tal vez solo el alfa este demasiado ocupado para poder enviar correspondencia. Pero se cansa de esperar una respuesta así que en la primera luna nombra a su hijo en su lugar, lo llama Aerys.

Su señor esposo esta complacido con la noticia, no parece importarle que el nombre de su segundo hijo sea un nombre que viene de ascendencia Targaryen, su primer hijo llevaba un nombre más propio de su casa y como él sería el heredero, su señor esposo le otorgo el derecho de nombrar a sus siguientes hijos. Su esposo envió regalos para sus hijos y para él.

—... pero le dije a Jace que eso no importaba, le dije bien si vuelves de la guerra con una espada enemiga tendremos un nuevo bebé —. Aemond se pone al corriente al hilo de la conversación de Aegon y mira a su hermano con evidente confusión. No se siente mal poque su madre también lo esta mirando de la misma forma.

— Pero según Jace con el apoyo de antigua han logrado avanzar — comenta Aegon mientras se sirve más vino dulce de manzana. — Jamás dude de las capacidades de Daeron.

— Me preocupa. Daeron es muy joven— se queja su madre Alicent. Aemond no ha visto a su hermano en tres años, pero la última vez que lo hizo el alfa había crecido bastante, pero comprende el sentimiento de su madre, Daeron es su hijo menor.

Observa a su propio hijo que está jugando con los hijos de Aegon, por lo menos lo intenta ya que es pequeño todavía en comparación con Jaehaerys y Jaehaera, pero ambos son pacientes con él y le dan juguete tras juguete de madera, Tyan es curioso y lo toma como si analizará el juguete antes de descartarlo y arrojarlo.

— Ojalá pudiéramos ir a la guerra— Aegon suspira casi melancólico—, Sunfyre necesita más que paseos en el atardecer, al menos Jaehaerys y Jaehaera se entretienen en los vuelos. ¿Piensas llevar a tus hijos algún día sobre Vhagar? — pregunta.

Aemond lo ha pensado, pero Tyan y Aerys son pequeños, subir a acuestas de Vhagar con sus hijos es más complicado.

— Quizás cuando sean más grandes — dice.

Ambos tienen huevos de dragón en su cuna por su derecho de nacimiento Targaryen, ambos son del dragón de Helaena, pero ninguno a eclosionado, y le preocupa la idea de que sus hijos tengan que pasar por lo mismo que él al no tener un dragón. Pero aun hay tiempo e intenta eliminar ese miedo.

Omega Inadecuado (Lucemond)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora