Aemond siente su pierna temblando, sus dedos se aferran con fuerza al cabello del alfa en busca de llamar su atención.
— Alfa — gime, el alfa se aparta de su cuello y sus ojos se vuelven hacia el suyo. Sus bocas se unen de nuevo y Aemond jadea por el beso que lo deja sin respiración. — Lucerys, voy a caerme — dice.
Alfa levanta su otra pierna y ahora lo está sosteniendo por completo contra la pared. Aemond rueda los ojos, la nueva posición permite que sienta por completo al alfa dentro de él. Un grito sale de sus labios y lo amortigua con su mano.
— ¿Cómo se siente? —, abre su ojo para enfocarlo en alfa. Lucerys está sonriendo mientras sus labios pican los suyos en suaves besos.
Aemond se ha acostumbrado tanto a los besos como a la charla sucia, a Lucerys le gusta hablar durante sus actos pecaminosos.
— Bien — corresponde, dejando escapar un gemido cuando empuja en un punto específico dentro de su cuerpo que lo hace estremecerse — siempre te sientes tan bien dentro de mi.
— Eres codicioso, ya tienes un hijo mío dentro de tu vientre y aún así quieres que te siga llenando con mi semilla.
Aemond siente los dientes de Lucerys raspar contra su garganta y se aparta, su mano sostiene la quijada del alfa y lo atrae de nuevo a sus labios para distraer al alfa. Lucerys en cambio muerde su boca, tirando de su labio con los dientes. Jadea, pero corresponde al salvaje beso.
Solloza en los brazos del alfa y se aferra a su espalda, todo su cuerpo de estremece y de su boca solo salen gemidos y un vago intento de "alfa". Sus piernas se envuelven alrededor de la cintura del alfa.
— Lucerys — echa la cabeza hacia atrás y se apoya contra la pared a su espalda, la sensación es incómoda y dejara marcas, pero no importa en este momento. Alfa se aferra a su hombro y su cuerpo lo embiste con fuerza, haciéndolo gritar por la sobre estimulación.
Deja escapar un grito cuando siente al alfa correrse dentro de su cuerpo, su agujero ordeña su nudo. Aemond todavía está recuperándose cuando el alfa acaricia su pene, no es tan grande como lo es un alfa en promedio, pero aún así le gusta ser estimulado.
Lucerys los lleva hacia el sillón, con suavidad los coloca sobre la mullida tela, atrae una de las mantas para cubrir la desnudez de ambos, el frio ha llegado a desembarco.
Lucerys pasa un dedo por el vientre redondo de Aemond, regocijándose en el hecho de que puso un hijo de nuevo dentro de él. Aemond atrae sus labios para un beso.
— Esto está creciendo demasiado — dice sujetando la barba de Lucerys y tirando de ella para mover el rostro del alfa que se queja. Aemond se burla. — Estás sucio ahora.
Lucerys le devuelve la sonrisa, paso la última media hora, con la lengua enterrada en el agujero de Aemond.
— Pica demasiado — añade antes de inclinarse y besar sus labios de nuevo.
— Podría entonces ya no bajar más — Lucerys se encoge de hombros y hace una mueca. Aemond rueda los ojos. — O podrías tener que soportar un poco de picor con tal de disfrutar.
— No rogare, Lucerys Velaryon.
Lucerys se ríe antes de inclinarlo sobre el sillón y dar la vuelta aún dentro de él. Cuando están anudados es difícil tener movilidad, pero Lucerys se las ingenia para dejarlos recostados a ambos sobre el sillón.
Aemond lleva una mano a su vientre, su segundo embarazo es diferente del primero. En el primero Aemond no sentía la necesidad de estar cerca de un alfa, Lucerys lo embarazo y se marchó. Esta vez Lucerys se hizo más presente en su vida en las tierras de su esposo y eso aumentaba el deseo de Aemond por tener al alfa cerca de si.
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Omega Inadecuado (Lucemond)
FanficAemond ha intentado de todo con tal de cumplir su deber como Omega, dar un heredero. Pero nada parece funcionar y ha perdido el interés de su esposo, quien lo mira totalmente decepcionado cada luna que pasa y que no ha engendrado un hijo. Lucerys sa...