Lucerys pasa sus dedos por el cabello plateado, sus dedos se enredan entre los rizos y tira suavemente de ellos, antes de inclinarse y depositar un beso sobre la nuca de Aemond, Lucerys no gusta de ser meloso con sus amantes, pero le gusta recostarse y admirar a Aemond, cada pequeño gesto que hace y queda expuesto ante él, tal como lo hace ahora su omega frunciendo el ceño suavemente a causa de que lo está molestando. Se ríe divertido de la reacción de su omega, pero lo deja descansar de nuevo y coloca sus manos sobre su cintura redonda, su mejilla se apoya en su hombro y lo abraza por detrás.
Disfruta de estos momentos en lo que puede estar descansando junto a Aemond, notando como su respiración tranquila hace que su cuerpo se mueva con suavidad, los latidos de su corazón también se reducen, si Lucerys apoya su oreja contra su pecho como lo ha hecho antes, es capaz de quedarse dormido ante los latidos.
Sus manos acarician suavemente la curva de su vientre en donde su hijo debe estar descansando igual que su madre ya que no puede sentirlo moverse como lo hace en otras ocasiones, la primera vez que sintió una de las patadas de su bebé Lucerys no pudo evitar querer arrinconar a Aemond contra el pasillo más cercano, lamentablemente habían estado compartiendo los alimentos junto a la reina y tal osadía de Aemond casi los pone en evidencia a, parecía avergonzado, pero Lucerys no podía culparlo. Su relación en el embarazo de Aerys había sido igual, Lucerys apenas se las ingeniaba para buscar excusas para visitar las tierras del oeste, pero no se arrepentía ya que pudo pasar gran parte del embarazo de Aemond a su lado, consideraba que eso era el principal motivo por el cual su relación con Aerys era mejor que con Tyan, una parte de él quería aferrarse a la idea de que Aerys podía reconocerlo por instinto como su padre, deseo haber hecho lo mismo con Tyan. Su hijo estaba tornándose distante con él en estos últimos días, había rechazado todos los vuelos a los que lo invito y para ser honesto Lucerys aun no encontraba otra cosa en la que podían congeniar, por lo que era difícil ya que no quería llamar la atención, su hermano Aegon ya había preguntado porque a -Lucerys le importaba tanto que Tyan fuera con ellos, los niños se daban cuenta y empezaban a molestarse por la actitud que Tyan tenía con él. Lucerys solo se reía y revolvía el cabello de su curioso hermano Aegon y alegaba que solo quería que todos estuvieran juntos que nadie se sintiera excluido.
Él bebe en el vientre de Aemond todavía no llegaba al mundo y Lucerys ya pensaba de qué manera se presentaría ante él, como seria su relación quizás sería más como Aerys o quizás sería más como Tyan. Aunque no lo hablaba con Aemond para no incomodarlo y de alguna manera hacerlo sentir mal en su estado sobre todo con un tema que ya ha sido conversado en muchas ocasiones, pero el asunto de la paternidad de sus hijos había dejado de ser dolorosa y fue remplazada por el desespero. Anhelaba a Aemond y a sus hijos a su lado, deseaba que su hijo por nacer lo llamara padre y poder sostenerlo en sus brazos.
— Lucerys — se queja Aemond con un suave murmullo, su omega se incorpora tan rápido como su amplia barriga se lo permite, su ojo se dirige hacia la ventana, deja escapar un suspiro cuando se percata que todavía la luna esta sobre el cielo.
Su dinámica era que Lucerys se colaba por las noches a su habitación, cuando los niños ya habían sido colocados en sus propias habitaciones por Saehla y el nuevo omega que Aemond tenía a su servicio, la única condición para poder verse es que Lucerys se marcharía antes de que el sol empezara a ponerse sobre el cielo, todo para no levantar sospechas.
Lucerys entendía el miedo a las sospechas, su madre continuaba insistiendo en que debía conseguir una doncella, ya estaba resignada con el asunto del matrimonio y ahora solo alentaba que compartiera el lecho con un omega para engendrar un heredero que sería legitimado por ella. Lucerys rodaba los ojos ante la preocupación de su madre, no era tan viejo como para que empezara a temer por su falta de hijos, Lucerys apenas celebraría su onomástico 26 en una semana, esa era la principal excusa que estaba utilizando para estar en el castillo, Aemond se marcharía en menos de una quincena hacia Harrenhal con Joffrey y su sequito, Lucerys se iría antes de regreso a Driftmark y volvería a ver a Aemond hasta la boda de Joffrey y Ama.
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Omega Inadecuado (Lucemond)
FanfictionAemond ha intentado de todo con tal de cumplir su deber como Omega, dar un heredero. Pero nada parece funcionar y ha perdido el interés de su esposo, quien lo mira totalmente decepcionado cada luna que pasa y que no ha engendrado un hijo. Lucerys sa...