Aemond entrecierra los ojos cuando logra reconocer a Lucerys en el suelo a horcajadas sobre Joffrey y atestando un golpe a su cara, el otro alfa no le devuelve el golpe, lo cual so sorprende si hay algo que destaque en Joffrey Velaryon es que el alfa es un amante de la violencia no por nada recibió el apodo que continuaba trayendo muchas habladurías de los que aun esparcían los rumores sobre sus orígenes.
Los guardias se encargar de separar a los alfas poniendo fin a la pelea, Aemond contiene la respiración cuando ve la sangre sobre su alfa, espera que la sangre no le pertenezca, pero baja la mirada hacia los puños del alfa y ve la sangre también en ellos, así que agradece que no sea suya.
Las personas curiosas que se han acercado por el tumulto están murmurando acerca de la pelea entre los hermanos, escucha como una de las mujeres está susurrando compartiendo lo sucedido con quienes empiezan a aproximarse, Lucerys sigue gritándole al alfa y gruñendo como si estuviera cediendo más a su lado animal que a su raciocinio.
Las personas hablan de Ama trayendo a colación la antigua relación cercana que tenía Ama y Lucerys, empieza a culpar a su sobrina por lo sucedido, otra mujer murmura sobre como la pobre Ama estuvo en el pasillo hasta que todos aparecieron, la compadecen en el día de su boda, hablan de eso como si fuera una tragedia de amantes en donde Lucerys resulto con el corazón roto después de que su amada omega se casara con su hermano y no pudo contener los celos de su alfa.
Kevan a su lado se acerca para murmurar acerca de ir con Ama para ver lo que le está sucediendo, Aemond apenas asiente con un lento movimiento de cabeza mientras su mirada continua puesta en como los guardias retienen a los príncipes, Joffrey es el que está en peor estado, Aemond no lo lamenta porque los dioses mismos saben que el alfa merecía una buena paliza, pero esto traerá consecuencias no solo con la reina sino que sabe que su alfa ama a su hermano y que tuvo que pasar algo muy drástico para que esto sucediera, debió ser tan rápido porque Lucerys y él acababan de despedirse en uno de los pasillos cercanos.
Lucerys no había estado de acuerdo con la cercanía de Tytus con su hijo y quería hablar de ello. Aemond despidió a Lucerys diciéndole que hablarían más tarde sobre el asunto, el alfa se marchó primero y Aemond espero un tiempo para hacerlo, cuando llego dispuesto a irse al salón de la boda, encontró con que sus sobrinos estaban peleando y que Ama estaba presente luciendo tan asustada como un animal atrapado durante una cacería. Kevan había estado a su lado y lo miro con desconcierto antes de que intentara aproximarse a él.
La reina luce tajante cuando hace un leve gesto a Daemon para que conduzca a sus hijos a un lugar, el alfa consorte frunce los labios antes de asentir con un movimiento de cabeza y arrastrar los pies hacia donde los guardias retienen a sus hijastros, el coloca una mano sobre el hombro de Lucerys, hablan en alto valyrio, pero Aemond no puede escuchar de que se trata porque la reina aplaude volviéndose hacia los presentes.
Rhaenyra tiene una sonrisa amplia en sus labios mientras se dirige a todos.
— Alfas hombres, son tan difíciles y el vino no hace más que alterar el poco sentido común que tienen— dice con un tono elegante, sus hombros de mueven ligeramente cuando algunos ríen asintiendo hacia la reina. Su hermana alza una mano señalando hacia el angosto pasillo. — Regresen a la reunión, aún hay platillos que faltan por servirse, música y vino que disfrutar— la voz de Rhaenyra aún está cargada de amabilidad, pero no deja a dudas que no es una sugerencia sino una orden.
Las personas comparten miradas entre sí, antes de reverenciar a la reina y empezar a alejarse, los murmullos se alejan junto con ellos hasta que la música vuelve a escucharse en la lejanía, ya que están solos la reina deja de mirar el pasillo por el cual las personas se han marchado y sus ojos recaen sobre él, ella parece exhausta cuando sus ojos se posan sobre él.
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Omega Inadecuado (Lucemond)
FanfictionAemond ha intentado de todo con tal de cumplir su deber como Omega, dar un heredero. Pero nada parece funcionar y ha perdido el interés de su esposo, quien lo mira totalmente decepcionado cada luna que pasa y que no ha engendrado un hijo. Lucerys sa...