Capítulo 16

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"Cuando moriste"

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"Cuando moriste"

En un bar cerca de las afueras de la ciudad. Cierto ángel caído aguardaba afuera, soltó un suspiro al ver los cuerpos destrozados de los chicos que dijo Satán.

—Mierda Alastor, si que le pones empeño—dijo algo asqueado. Una voz llamo su atención y volteó hacia donde provenía la voz. Vio a una pequeña chica; parecía una niña, está tenía una cesta con varias cosas e iba cantando una canción muy alegre. Está se acercó a la puerta del bar y sacó unas llaves para abrir la puerta. Lucifer guardo silencio mientras la mirada, parecía que la chica no había matado su presencia.

—Disculpa—dijo Lucifer captando la atención de la chica, está lo miró algo confundida, pero sonrió.

—Buenas tardes ¿Puedo ayudarle en algo?—dijo la chica. Lucifer tosió y acomodo su traje blanco.

—Busco a…alguien…que está aquí en este bar…pero—la chica lo interrumpió—¿Cual es su nombre?—pregunto la chica. Lucifer suspiró.

—Alas…querida, si me permites entrar yo…podría darte lo que desees. Dime ¿Que deseas?—la chica frunció el ceño.

—Si no me dice quien es o que es lo que quiere no lo voy a dejar entrar—dijo cruzándose de brazos. Lucifer sonrió.

—¿En serio no sabes quién soy?—la chica negó. Lucifer suspiró y luego miro a los ojos fijamente a la chica, ladeó un poco la cabeza con una gran sonrisa. La pupila de los ojos del monarca se puso más fina como la de una serpiente y el amarillo de sus ojos se intensificó. Su mirada era penetrante, la chica se sintió vulnerable como si él monarca estuviera leyendo su alma, como si entrara a su mente y pensamientos.

—¿Ahora sí me dejas entrar?—dijo el monarca suavemente. La chica asintió y abrió la puerta entrando al lugar. El monarca sonrió y entró al bar como perro por su casa, la chica cerró la puerta y camino por el pasillo, fue seguida por el caído. Ambos subieron las escaleras del final y la chica abrió la otra puerta cuando el monarca entro se encontró al ciervo que estaba buscando.

—¡¿Que mierda?! Nifty…¿Que hace aquí?—dijo un gato que estaba al lado del ciervo. El gato gruñó alerta. Los ojos del caído volvieron a la normalidad y la chica se sintió liberada, pero muy confundida.

—¿Así que aquí estabas? Mierda no puedo quitarte la vista de encima porque ya matas a cinco o seis—dijo el monarca, este miro al ciervo y el gato paseo su mirda entre él y el ciervo.

—Lucifer, yo…em…en mi defensa eran unos hijos de puta—el gato y la chica abrieron los ojos de par en par y miraron al caído.

—¡¿Lucifer?!—dijeron el demonio gato y la chica. Lucifer desvío la mirada y suspiró. Alastor sonrió inocente y gachó sus orejas.

—Vamos…Luci, no puedo perder mi reputación—Lucifer mordió su labio inferior al mirar lo tierno que se veia el ciervo.

—Hijo de puta…tienes suerte que me importa un carajo quien muere y quien no—dijo tratando de ocultar su sonrojó. Alastor sonrió victorioso, era curioso que aquél ángel caído tenía cierta debilidad cuando gachaba sus orejas.

Caminos Separados: un nuevo comienzo (Radiodust) [Segundo Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora