Caminos Separados: un nuevo comienzo (Radiodust) [Segundo Libro]

Capítulo 21

"Muerte"

El silencio inundó el lugar, Alastor desvío la mirada y mordió su labio inferior. La mujer lo miro con seriedad y el ciervo sentía su mirada fulminante.

—No entiendo a que se refiere, mi bella dama—dijo el ciervo observando a la mujer como si nada.

—No te fuiste porque que si, algo pasó entre ustedes—la mujer hizo una pausa—Algo grave ¿No es así?—el ciervo trago grueso y negó.

—Su alteza, de verdad no se de qué habla. Me fui por unos asuntos, pero no tiene nada que ver con su esposo—dijo el ciervo. La mujer alzó una ceja desconfiada.

—¿Sabes que no puedes mentir?—dijo acercándose a él y posando sus manos en sus orejas con delicadeza, estás mismas se echaron hacia atrás.

—Mi querida reina…lo se y como ya dije no pasa nada—dijo el ciervo mirando fijamente a la mujer, está ladeó la cabeza levemente hacia la derecha y sonrió.

—Eso espero—dijo acariciando con una de sus manos la oreja derecha del ciervo y con la otra la deslizó por su pecho y con fuerza sujeto la corbata, y lo jalo hacia ella.

—Porque los dos lo lamentarán—la mujer y él estaban muy cerca y está lo miraba con frialdad. Soltó al ciervo y camino hacia la salida, Alastor la vio irse mientras analizaba las palabras de la mujer, era obvio que sospechaba algo.

—Maldita sea Lucifer—dijo el ciervo, se había metido en un gran problema.

Después de un rato volvió a la sala de reuniones donde estaban los siete caídos, la hija del rey y su esposa. Al entrar por esa puerta las miradas de todos se posaron en él, sobre todo la de Lucifer y su esposa.

—Ja ¿Donde estabas?—pregunto Leviatán, el ciervo entro y se sentó al lado de Beelzebub y Satán evitando por completo la mirada de Lucifer la cual pudo sentir fija en él.

—Dimos un paseo por el jardín y conversamos un rato—dijo Lilith con una sonrisa. Todos abrieron los ojos de par en par.

—Oh—dijo la serpiente marina. Beelzebub dejó el algodón en la mesa y tapo el frasco con alcohol.

—Listo—dijo la mujer dándole un espejo a la cabra, está lo tomo y miro su reflejo. Luego miro a Lucifer.

—Agradecele a Alastor que no te mate por esto…pero, vuelves hacerlo y juro que no saldrás de esta—amenazo la cabra, Lucifer sonrió.

—Ay~ Solo fue un dibujo inocente—dijo el monarca sacando la lengua como burla. La cabra amplió su sonrisa macabra y le lanzo el frasco de alcohol al caído, este lo esquivó.

—¡Ya!—regaño Beelzebub a la cabra—El empezó—se quejó la cabra. La mujer negó decepcionada de ambos. Los demás solo trataron de aguantar la risa.

—Entonces~ ¿Has visitado a tu amado?~—pregunto curiosa la serpiente marina al ciervo. Belphegor y Asmodeo lo vieron serios.

—¡Oh! ¡¿Qué?! Quiero saber el chisme—dijo encogiéndose de hombros—Si yo también—dijo Mammon. El ciervo suspiro y miro de reojo a Lucifer.