Capítulo 22

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"Perdido"

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"Perdido"

Caminaba por los celestiales pasillos pasando la biblioteca y los diferentes dormitorios. Llego a la sala de la corte donde encontró a la Serafín mayor y a los integrantes de la corte.

—Hola a todos—dijo el arcángel ingresando a la sala—Azrael—dijo la Serafín mayor en forma de saludo. El arcángel hizo un movimiento con su mano y un aura negra flotó en el aire y se dirigió al globo donde la corte pudia ver todo.

—Un chico acaba de morir…una sobredosis—dijo el arcángel—Muy bien, gracias. Puedes retirarte—dijo la Serafín mayor. El arcángel miro el globo con el alma del chico, toda su vida.

—¿Que?…¿A donde irá?—pregunto. La Serafín mayor lo miro y luego desvío la mirada y quitó la imagen.

—Probablemente al infierno, pero tu trabajo no es ese. Puedes retirar—el arcángel gachó la mirada y dio media vuelta, se dirigió a la puerta.

—Y Azrael—el arcángel volteó y miro a la Serafín mayor—Ni se te ocurra avisarle a ese pecador ni decirle donde o como encontrarlo. Espero que no sea una orden difícil de cumplir—el arcángel suspiró y asintió. Salió de la sala y algo molesto camino por el pasillo.

—¿Y a ti que te paso?—el arcángel paro en secó y miro a su hermano, no había notado su presencia. El arcángel suspiró.

—Nada, solo que…murió alguien y…¿Recuerdas a ese pecador?—su hermano se cruzó de brazos.

—No me digas que ese pecador acaba de matar a alguien—Azrael negó—No, osea…la pareja de ese pecador murió y…Sera me dijo que no le dijera nada, ni me involucrara—su hermano se encogió de hombros.

—Pues no veo el problema—dijo su hermano—Leo, yo…no creo que sea tan malo ese pecador…por lo que pude ver enserio lo ama. Me da lastima que no pueda encontarlo—su hermano frunció el ceño.

—Azrael, no sientas lástima por un alma tan despreciable como él. No es asunto nuestro—Azrael suspiro.

—No lo sé Leo…Lucifer le—su hermano lo interrumpió—No menciones el nombre de ese traidor. Mira, Azrael…no dejes que esos pecadores, esas almas despreciables te ablanden—su hermano hizo una pausa.

—Son unos asesinos, son malévolos y si están allí abajo es por las atrocidades que cometieron. No es de tu incumbencia si encuentra o no a…su ¿Pareja? Cómo sea—de nuevo hizo una pausa.

—Por esto es que no debemos convivir ni hablar con ellos. Debemos seguir las leyes y ordenes—Azrael suspiró.

—Ok, ok…está bien—dijo. Ambos guardaron silencio. En serio le daba algo de lástima, pero debía seguir las órdenes.

 En serio le daba algo de lástima, pero debía seguir las órdenes

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Caminos Separados: un nuevo comienzo (Radiodust) [Segundo Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora