Caminos Separados: un nuevo comienzo (Radiodust) [Segundo Libro]

Capítulo 29

"Golpes"

Cierto arácnido caminaba por los pasillos con una boba sonrisa, está noche había sido increíble hasta se le olvidó el motivo por el cual salió corriendo a despejarse un poco. Ni siquiera los ruidos húmedos y gemidos podían distraerlo del hermoso demonio que había conocido tan solo en unas semanas. Se sentía como cuando era adolescente…

—¡Mierda! ¿Donde estabas?—la voz de Ashley lo saco de sus pensamientos—¿Que paso?—dijo sin entender la preocupación de la chica.

—Valentino te está buscando y está furioso—dijo la chica, la araña se tensó—¿Qué? Pero—la araña fue interrumpida por unos pasos. Cuando ambos se fijaron quién era la araña tembló.

—Ahí estás maldita puta—Ashley miro con desdén al más alto y Angel solo se quedó quitó temblando.

—Ven aca—dijo tomando su muñeca bruscamente—¡Ey!—Ashley guardo silencio al ver la expresión furiosa del más alto.

—No te metas—advirtio el Overlod, la chica solo se quedó quieta viendo cómo aquel Overlod arrastraba al chico a su oficina. Al entrar lanzó al chico y este cayó al suelo.

—Val…lo siento, no se—el Overlod lo tomo del cuello y enterró poco a poco sus garras—¿Que te he dicho de salir de la torre sin mí o sin pedir permiso?—el chico trago grueso.

—L-lo siento…yo…s-solo quería tomar aire—el Overlod gruñó y lo estampó contra la pared—¡Val!—grito el chico aterrado.

—Eso no es excusa—le susurró al oido—Pero, Val—dijo con la voz temblorosa—¡No te dije que hablaras!—grito el Overlod estampandolo de nuevo contra la pared haciéndolo brotar sangre.

—No vas a volver a salir de esta torre ¿Me oíste?—el chico asintió asustado y el Overlod lo soltó.

—Bien, buen chico—dijo lamiendo las lágrimas que bajaban por la mejillas del chico. Este cerró los ojos temeroso.

—Recuerda que eres mío, debes obedecerme en todo—el chico asintió, todo su cuerpo temblaba.

—Oh~ Angel…de verdad no quiero hacerte esto, pero no me dejas opción—el Overlod apretó más su cuello y el chico tocio.

—¡V-Val!…¡Por favor para!—dijo el chico sintiendo que el aire se le iba. El Overlod gruñó.

—Pues no me hagas enojar, maldita zorra—dijo estampandolo de nuevo contra la pared y soltándolo. El chico cayó al suelo golpeándose en el proceso, llevo sus manos a su cuello sobandolo y tosiendo. El Overlod salió de la habitación y lo dejo allí. Como pudo se levantó y salió de la habitación, corrió por los pasillos ignorando los llamados de Ashley. Entro en su habitación y se sentó en el suelo en una de las esquinas de la habitación, lloro desconsoladamente.

—Angel—dijo Ashley con lástima y se acercó al chico. Está miro horrorizada las heridas del arácnido, tomo un botiquín rápidamente y se sentó a su lado para curar sus heridas.