Capítulo 5

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—Estaba pensando en que podríamos adoptar —propuso Noel. Él y su esposa ya estaban de vuelta en casa.

—Sí, sí me gusta la idea —sonrió Natasha—. Con tal de que tengamos un hijo.

—Qué bueno verte sonreír de nuevo —dijo acariciandolá.

***

Noel y Natasha fueron a lo de Isabelle y encontraron a Peggy ahí también. Les contaban lo de la adopción, y todos ahí también se alegraron. Unos días después, en el restaurante, Noel les contaba a su hermano y amigos.

—Ay, qué lindo, qué bueno que sigan optimistas —se alegró Frida.

—A Naty le encantó la idea, ya no aguantaba verla tan triste y yo tampoco quería seguir así.

—Pero...¿estás seguro? Hubiera sido mejor que ella te lo dé de su propio vientre —criticó Liam.

—Para nosotros es lo mismo, va a ser nuestro hijo o hija así no sea de nuestra sangre —contestó Noel frunciendo el ceño.

—Sí, un nene o nena que no saben de qué familia viene. Yo no pienso tener de sobrino a un bastardo.

—¿Tan basura podés ser con un niño? —preguntó Nick indignado.

—No hay que sorprenderse, ya es así con su hija con Isabelle —criticó Ethan.

—Con que me nombren a esa bastarda ya tengo suficiente.

—Liam, nadie te obliga a querer a mi futuro hijo. Mi mujer y yo SÍ lo vamos a querer. También mamá, los padres de Naty, Jenna y seguro que tus otros hijos también. No nos importa de qué familia venga, pero que sea la última vez que te escucho tratarlo de bastardo y tampoco quiero que sigás tratando mal a tu hija mayor.

Un rato después, él estaba en el baño lavandosé las manos. Liam también entró.

—¿Seguís enojado conmigo?

—¿Y vos qué pensás? —contestó sin mirarlo.

—Si te digo todo eso, es porque quiero que pensés bien. Vos a lo mejor no sabés quiénes son los padres del chico que vas a adoptar. —Noel terminó de lavarse y cerró la canilla. Fue a secarse las manos—. ¿Y si tuvo o tiene un padre como el que tuvimos? ¿Y si te dan un chico con traumas o problemático? —Noel terminó de secarse y lo miró.

—¿Ya dejaste de decir pelotudeces? A Naty y a mí nos importa un carajo qué problemas tenga. Si tiene alguno, lo reeducamos y punto, cueste lo que cueste. En cuanto a los padres y si uno de ellos es como el nuestro...sí, vos y yo tuvimos uno que nos pegaba hasta con lo que encontraba, pero no salimos a él. Bueno, vos abandonaste a una hija, así que me parece que sos el único de nosotros dos que se está pareciendo a ese viejo.

—¡Yo no me parezco en nada a esa basura, nunca más me vuelvas a decir eso! —gritó enojado y ofendido.

—¡Entonces demostralo! Así como te preocupás por tu mujer y tus otros hijos, preocupate también por Jenna. Ella también es tu hija y todavía te está esperando. —Se fue. Liam se quedó un rato rabiando y salió después.

***

Natasha y Noel averiguaban en agencias de adopción. Liam seguía en contra. Un día, en el trabajo, veía que Natasha salía de la cocina e iba al baño. Aprovechó que estaba desocupado y que su hermano estaba sirviendo en una mesa para seguir a su cuñada disimuladamente. Se quedó del lado del baño de hombres y se asomó un poco a esperar a que ella saliera. Natasha luego salió y él se le acercó, actitud que hizo que ella se asustara, pues obviamente no lo esperaba. La agarró del brazo con fuerza. Le decía que la soltara, pero Liam le decía que lo siguiera y que no gritara. Le decía que tenía que hablar con ella y que iba a ser rápido. Los dos se fueron a un pasillo.

—¿Qué querés? —preguntó enojada y con miedo.

—Quiero que te alejés de Noel —le exigió Liam.

—Vos no sos nadie para pedirme eso. —Se quiso ir, y no la dejó. Apoyó la otra mano en la pared con fuerza para impedirle la huida.

—¿Vos te pensás que mi hermano va a seguir queriendo a una tipa que perdió a su bebé y que encima no le va a poder dar más hijos? —mintió.

—Yo no tuve la culpa. Noel me ama de verdad. No le importa si ya no puedo quedar embarazada, él me lo dijo —se defendió—. Además, estamos buscando dónde adoptar.

—Lo de la adopción fue para que te sintieras mejor —se burló Liam continuando con la mentira—. Todo lo que te dice Noel es para que te sientas mejor, pero en el fondo no es verdad.

—¿Terminaste? —preguntó impacientemente.

—Mirá, yo conozco muy bien a mi hermano y sé que no seguiría con una inútil como vos. Él quiere tener hijos propios y como ya no los puede tener con vos, se va a buscar a otra y te va a dejar o a lo mejor sigue casado con vos y te pone los cuernos.

—¡No, Noel nunca me haría eso! —lloró harta de lo que su cuñado estaba diciendo—. ¿Por qué sos tan cruel con nosotros? ¿Qué te hicimos?

—Vos sabrás lo que hiciste. ¿Tan mala memoria tenés que te tengo que repetir todo?

—Mi marido es fiel, no me dejaría por nada en el mundo. Él no es como vos, es una persona buena.

—¿Vos pensás que voy a hablar mentiras sobre mi hermano? —preguntó ofendido—. Todo esto que te digo es la verdad. Va a ser mejor que pidás el divorcio si no querés ser una cornuda de mierda.

—Noel me ama —sollozó.

—Ni una palabra de lo que pasó acá —amenazó—. ¿Te quedó claro? —Ella asintió con miedo—. Te podés ir. Desaparecé de mi vista —la echó sacando las manos de la pared. Natasha se fue, y Liam se quedó sonriendo victorioso.

Tu hija 2: consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora