Capítulo 19

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Al otro día, Noel bajó al sótano. Su hermano seguía dormido, y le tocó el hombro.

—Liam, Liam —dijo moviendoló un poco. Su hermano se despertó.

—Noel —dijo Liam medio dormido—. ¿Qué hora es? —Se reincorporó.

—Las siete. ¿Cómo te sentís? —preguntó mientras se sentaba cerca de él.

—Me duele la cabeza, por suerte los golpes ya no. Y vos me recibiste a pesar de lo que les hice a vos y a tu mujer —apreció Liam sintiendo que no merecía lo que su hermano mayor había hecho.

—Vos y yo tenemos que hablar —dijo Noel muy seriamente.

—Noel, fue en serio cuando te pedí perdón anoche, no fue por estar borracho —se sinceró.

—No va a ser fácil perdonarte, al menos para mí. Fue muy feo lo que hiciste, no te voy a nombrar todo porque ya te lo dijeron y, más que nadie, ya lo sabes, pero ya nos tenías cansados. —Su hermano empezó a llorar de nuevo—. ¿Te hicimos algo para que nos tratés así? No. Yo siempre estuve con vos, mi mujer no hizo que vos y yo peleáramos. Fuiste vos el culpable con tus celos y tus berrinches. Tu exmujer también trató de hacer que mejores. —Liam escondió su cara detrás de las piernas.

—Ya sé, fui una basura. Estoy muy arrepentido. Les quiero pedir perdón a todos de verdad. —Levantó la cabeza y lo miró—. Pero ahora ni mamá me quiere.

—Eso también quería decirte. Liam, mamá no te odia. Ella anoche estuvo muy preocupada buscandoté por todos lados y hasta vino a verte. Estuvo acá con vos.

—¿Sí? —preguntó Liam sorprendido—. Creí que era un sueño. Me siento tan mal con todo lo que hice —prosiguió arrepentido.

—Ya irás arreglando todo de a poco. ¿Desayunás con nosotros? —lo invitó.

—Bueno. —Salieron del sótano los dos y fueron al comedor. Vieron a Natasha sirviendo el desayuno—. Hola, Naty —la saludó Liam sonriendo con timidez. Su cuñada se sorprendió al escuchar que la llamó por su diminutivo, pero igual desconfió.

—Hola, Liam —saludó con desconfianza. Se sentaron los tres y se sirvieron. Noel y Natasha hablaban entre ellos. Liam no decía ni una palabra.

—¿Querés algo más? —le preguntó Noel a Liam.

—No, gracias —dijo mientras tenía apoyada la frente en la mano y con cara de sueño.

—Te llamo un taxi. —Noel se levantó, fue hacia el teléfono inalámbrico y marcó. Mientras, Natasha levantaba la mesa. Liam se ofreció a ayudarle, y ella aceptó. Noel volvió a dejar el inalámbrico en su lugar. Liam y su cuñada terminaron de llevar todo a la cocina y volvieron.

—Naty —le habló Liam.

—¿Sí? —dijo su cuñada dandosé media vuelta.

—Yo...quiero pedirte perdón. Por cómo te traté, por decirte todas esas cosas, por humillarte, por decirte que vos mataste a tu bebé, hacer que te fueras y por haberte golpeado. —Ella lo seguía mirando seriamente y con desconfianza—. Sé que estuve muy mal, pero te prometo que no te lo vuelvo a hacer. Te voy a tratar bien a partir de ahora.

—Sí, Liam, te perdono —dijo sonriendo un poco—. Espero que empieces a mejorar.

—Gracias, sos muy buena. Me equivoqué con vos —dijo sonriendo un poco también.

—¿Viste? Hasta la convencí de que te dejara quedarte —dijo Noel también sonriendo levemente. Llegó el taxi.

—Ahora sí, ya me voy, nos vemos y gracias de vuelta —se despidió Liam. Noel lo acompañó a la puerta, su hermano se subió al taxi y se fue.

Tu hija 2: consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora