Capítulo 14

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Liam estaba impaciente y tenso en un sillón.

—Tranquilo, Liam, van a volver —se decía a sí mismo. Al rato vio por la ventana a los papás de su ex, aunque para él no fuera ex, llegar con los bolsos y se asustó. Los otros dos llegaron a la puerta y metieron la llave que les había dado Sandrine. Liam se puso contra la puerta.

—¡Liam, abrí, no hagás esto más difícil! —exigió Nigel.

—¡Vienen con bolsos a terminar de sacar las cosas de mi mujer e hijos! ¡¿Se piensan que soy estúpido?! —Nigel terminó de abrir con la llave y empujó con más fuerza que Liam, y él y su mujer lograron entrar. Pero Liam se les paró en el medio.

—Salí —le exigió su jefe.

—¡No! ¡Por favor, escuchenmé, yo no quise pegarle a Sandrine, se me salió de control! —rogó.

—¿¿Qué mierda querés decir: que no controlás tus propias acciones?? ¿¿Es eso?? —gritó Nigel—. ¡¡Es obvio que le pegaste porque quisiste, porque sos una basura, y qué bueno que mi hija y mis nietos ya no van a estar con vos!! —Pasó para las piezas. Katrina también fue, pero Liam la agarró del brazo. Su exsuegra dio media vuelta para encararlo y se soltó.

—Katrina, vos me vas a entender, ¿no? ¡Vos siempre estuviste de mi lado y fuiste muy buena conmigo desde el principio! ¡Sabés que nunca le haría daño a nadie, digo, que no lo volvería a hacer! —suplicó.

—¡Fui buena con vos, sí, hasta que me enteré de la clase de persona que sos! Yo te quise mucho, Liam, tanto como a mis hijos. Mi marido también te quiso, pero nos decepcionaste a todos. Mi hija confió en vos, te dio oportunidades, y al final le pegás. Alguien como vos no merece a nadie y no tiene caso que peleés por ella. —Se fue finalmente a guardar las cosas. Liam fue a tratar de impedirlo. Estaba cada uno de sus suegros en una pieza distinta. Liam entró primero a una pieza y luego a otra, pero lo sacaron y cerraron las puertas. Cada uno trabó su puerta con una silla. Liam se impacientaba y se ponía más nervioso. Finalmente salieron.

—No quería que esto pasara, yo la amo de verdad.

—Si la amaras de verdad, no le hubieras pegado. Ahora ni a mis nietos vas a poder ver. Ellos no merecen a un padre como vos y esa otra hija que abandonaste tampoco. Qué bueno que no te conoce y ojalá nunca te conozca —deseó Nigel.

—¡Sandrine nunca me impediría ver a nuestros hijos! —Sus exsuegros lo ignoraron y se fueron.

Al otro día, Nigel le contó todo a su hija mayor en el restaurante. Esta protestaba con insultos y hablaba muy mal de Liam. Luego buscaron a Noel para contarle. Él no podía creerlo, pensaba que sus jefes estaban inventando todo para seguir hablando mal de su hermano, pero ellos le decían que era la verdad y que nunca habían dicho mentiras. Nigel le decía también que Sandrine lo iba a denunciar.

—¡No, no, por favor! Digalé que no lo denuncie. Pongansé en nuestro lugar —pidió Noel refiriendosé a él mismo y a su mamá. A pesar de todo, seguía queriendo a su hermano.

—Va a ser lo mejor. A todo esto, espero que en eso tampoco te parezcás a él —deseó May.

—Sandrine y sus hijos están viviendo en mi casa por el momento por si quieren ir, pero Liam tiene prohibido visitarlos —informó Nigel—. Ya lo sabe y esperemos que no se atreva a ir.

—No sé qué decirles, lo siento.

—Liam le pegó a mi hermana, no vos —lo disculpó May.

—Podés volver a trabajar. —Noel se retiró.

***

Al salir, le contó a su mujer, y los dos fueron para lo de Peggy. Al llegar, le dijeron todo, y ella se largó a llorar.

Tu hija 2: consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora