Capítulo 11

23 3 11
                                    

A la tarde, Nigel estaba en su casa con su mujer y su hija Grace. Hablaban sobre lo que les contó Noel y esperaban que Sandrine se divorciara de Liam. Al otro día, Noel se encontró con Liam en el estacionamiento del restaurante. Ambos ya se habían bajado de sus autos. Liam se acercó a Noel muy enojado y le dio una trompada. Natasha se asustó.

—¡¡¿¿Por qué hiciste eso??!! ¡¡¿¿Por qué les contaste todo a mi mujer y a mis suegros??!! —le reclamó Liam con furia. Su hermano se la devolvió.

—¡¡No me pegués, pendejo de mierda!! ¡¡Hice lo que tenía que hacer!! ¡¡¿¿Qué mierda esperabas: que dejáramos que tu familia viva engañada??!! ¡¡Era obvio que no ibas a hablar nunca, ya nos tenías hartos!!

—Noel, entremos, sino nos van a echar —pidió Natasha temerosa.

—¡¡Vos te callás, hija de puta!! ¡¡Ojalá no hubieses vuelto nunca!! —le gritó y luego volvió su mirada a Noel—. ¡¡Y vos querías vengarte de mí por lo que pasó con tu mujer, ¿¿verdad??!! —lo acusó. En eso llegaron los demás.

—Lo que importa es que Sandrine ya sabe y va a buscar la forma de contarles a tus hijos —le echó en cara Noel. Liam le estaba por pegar de vuelta, pero los otros mozos y cocineros se apuraron a detenerlos poniendosé en el medio. Salieron Nigel y su hija del lugar.

—Ustedes tres entran ya mismo o los despido —amenazó Nigel—. Sí, a vos también, Natasha —agregó confirmando. Liam y Noel se calmaron, aunque se miraban con bronca, y entraron junto con los otros. Durante la jornada, Nick, Ethan y Frida le preguntaron a Noel qué había pasado, y este les contaba. Ellos aplaudieron su decisión. Liam trataba de hablar con su suegro, pero este lo ignoraba. Cada vez que Liam entraba a la cocina, miraba con mucha bronca a su cuñada. May también la trataba despectivamente a ella y a Noel.

A la tarde, Liam fue a lo de su mamá y también le reclamó. Ella le dijo que ya no iban a callarse, que pasaría lo que tendría que pasar y que si no cambiaba, se iba a quedar solo. Él la trataba de traidora con tristeza, entonces su mamá le exigía respeto y que se fuera si ya había terminado. Su hijo no sabía qué más decir y se fue.

En lo de Noel.

—Tu hermano me miraba con ganas de matarme, y May y Nigel fueron despectivos —dijo Natasha con tristeza.

—Te aseguro que si Liam llega a tocarte, se las va a ver conmigo. En cuanto a May y su papá, espero que entiendan por qué hicimos esto, pero si se pasan en los malos tratos, renunciamos.

—¿Y si tardamos en encontrar otro trabajo?

—Tranquila, se va a arreglar todo. Además ya tenemos experiencia en nuestros trabajos; no va a ser difícil. —Sonó el teléfono y se levantó a atender—. Hola.

—Hola, Noel, soy yo —dijo Spencer del otro lado.

—Ah, ¿cómo andás?

—Bien, bueno...mi mamá me contó lo que pasó. Esto sí que no me lo esperaba.

—¿No estás enojado con nosotros? —preguntó para asegurarse, temiendo que la respuesta fuera que sí.

—Claro que no. Te llamaba para decirte que por mi parte está todo bien —le confirmó—. Entiendo por qué vos, Naty y tu mamá se habían callado. No querían traicionar a Liam, es tu hermano. Pero bueno, tenías que hablar en algún momento.

—Bueno, gracias por entender —dijo Noel aliviado—. Igual nosotros también tenemos la culpa.

—El único culpable es tu hermano. ¿Y tu otra sobrina sabe de esto?

—Ni ella ni su mamá saben nada. Sí sabe quién es su papá, cómo es, le mostramos fotos. Lo malo es que descubrió que no la quiere. Nosotros no queríamos decirle eso para no traumarla.

—Pero se dio cuenta sola —supuso Spencer.

—Seguimos esperando a que mi hermano la reconozca.

—Ojalá, pero se va a quedar solo si sigue mintiendo y desvalorizando a todos.

Mientras, los hijos de Liam estaban en el living. Los mellizos estaban haciendo la tarea; y Lester, dibujos. Llegó Liam, y fueron a saludar a su papá. Luego este fue en busca de Sandrine y la encontró en su pieza leyendo.

—Hola, ¿puedo pasar? —preguntó Liam dudando.

—Es tu pieza también, ¿no? —contestó con frialdad. Dejó el libro y le puso un separador. Lo dejó sobre la mesa de luz. Su marido pasó y se sentó junto a ella.

—¿Todo bien, mi princesa? —preguntó acariciandolé la pierna—. Es que anoche estuviste muy distante y fría conmigo. Te quise acariciar y no te dejaste.

—Después de lo que me enteré, ¿pensabas que iba a hacer el amor con vos como si nada? Si tanto me querés a mí y a nuestros hijos, andá a ver a tu otra hija.

—No entiendo por qué te importa tanto esa nena, no es nada tuyo.

—Pero es la media hermana de nuestros hijos y vos sos padre de los cuatro. Ablandá ese corazón, Jenna todavía te debe estar esperando —insistió—. Esta es tu oportunidad de ser mejor persona. —Liam se le acercó más y le empezó a hacer mimos.

—Al menos dejá que te acaricie —pidió y le dio un beso, el cual fue correspondido a pesar de que Sandrine estaba enojada con él.

—Yo te amo, pero últimamente me hacés enojar mucho.

En lo de Isabelle, Peggy estaba de visita con su hijo y su nuera. Les contaban todo. Jenna no estaba; la habían llevado a casa de una amiga.

—Ya nos hartamos de estar callados. Pero quedate tranquila, que Sandrine reaccionó bien y está tratando de ayudarnos —le aseguró Noel.

—Qué bueno, no me hubiera gustado que se pusiera del lado de Liam, y ella también odie a mi hija —se alivió Isabelle.

—Igual supongo que debe haber sido un golpe muy fuerte para ella y sus padres —dijo Stanley.

—Falta que ella les cuente a sus hijos —dijo Peggy.

Tu hija 2: consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora