Noel y Natasha seguían en su crisis matrimonial. Ella seguía distante, con dudas y pensando en que tenía que irse, y Noel hacía de todo para convencerla de que se quedara con él. Durante esas semanas, los visitaron la mamá de Noel, Sandrine y amigos de ambos, y Natasha hablaba por teléfono con sus padres. Todos ellos le decían a Natasha que tenía que seguir con Noel y no hacer caso a los comentarios de Liam ni de nadie. Liam quería juntarse con su hermano fuera de casa o, aunque sea, en esta misma. Pero Noel siempre le decía que no, incluso le colgaba el teléfono. Ahora Sandrine estaba con ellos.
—¿Tus hijos cómo están? —preguntó Noel.
—Bien. Los extrañan, yo les dije que ustedes andan ocupados.
—De verdad queremos verlos, pero no estamos en condiciones de visitarlos ni llevarlos a pasear. No queremos que nos vean mal y no podemos disimularlo —explicó Natasha con tristeza.
—Te prometo que los vamos a visitar en cuanto resolvamos lo nuestro —dijo Noel—. A propósito, Liam varias veces me llamó para vernos, pero siempre le digo que no cuando le pregunto si va a disculparse y se niega.
—Le dije que se va a quedar solo si sigue tratandolós mal. Me dolió decirle eso —lamentó Sandrine—, nunca me lo esperé, pero es la verdad.
—Por ahora, sigo sin hablarle. Quiero reconciliarme con él, pero si sigue así de porfiado y basura,...mejor no darle ni la hora.
El matrimonio seguía mal durante varios días y empezaron a ir a terapia. Ahora los dos estaban con Spencer en un bar.
—May me había contado, pero no podía venir —se disculpó Spencer—. Liam se pasó, yo que vos no le hablo más —le aconsejó a Noel frunciendo el ceño—. Disculpá, pero no puedo pensar de otra forma.
—Te entiendo —lo disculpó Noel—. Y...hace varias semanas que no le hablo.
—Y vos, Naty, ¿cómo estás?
—Sigo pensando que lo mejor es que Noel y yo nos separemos. Yo sé que él sería más feliz con alguien más, conmigo tiene muchos problemas.
—Dejá de decir eso, vos no sos ningún problema. Es Liam el único que tiene la culpa. Mi felicidad está en vos, en ninguna otra mujer.
—Es verdad, no deberías sentirte así —concordó Spencer—. Todos sabemos que Noel te ama, y vos a él. Nada más están pasando por un mal momento por culpa de Liam. Si quieren, lo busco y ajusto cuentas con él.
—No, no. No quiero que nadie lo lastime —le pidió Noel—. Ya recibirá lo que merece.
—Ok, pero esperemos que no vuelva a hacer daño —dijo dudando, y luego le habló a Natasha—. Y si sigue diciendo que vos arruinaste la amistad entre él y Noel o que perdiste a tu hijo por tu culpa, no le hagás caso, ¿sí? Él solo lo está echando todo a perder.
***
Natasha seguía convencida de que tenía que alejarse de su marido, al menos por un tiempo. Un día él volvió a la casa y encontró una valija armada y a Natasha entrando al living.
—Naty, ¿qué es esto? Por favor, no me digas que en serio te vas a ir —le rogó Noel.
—Me voy a casa de mis papás, Noel —le informó su mujer—. Necesito pensar. Además, ya compré el pasaje y le avisé a Nigel por teléfono.
—Es como si te estuvieras separando de mí —dijo con los ojos llorosos. Se le acercó y la tomó de las manos—. Por favor, quedate —le suplicó mientras la acariciaba—. Quedate, podemos resolver esta crisis juntos.
—Pero tampoco consigo verte a la cara. Me da vergüenza porque yo sé que soy la culpable. —Noel lloraba mientras la escuchaba, y a ella también le salían las lágrimas. Se abrazaron los dos.
—Mi vida, ¿qué tengo que hacer para que no te vayas, para hacerte entender que no tenés la culpa de nada? —sollozaba su marido.
—No hay nada que hacer, mi amor. Yo sola tengo que dejar de sentirme así. Esto es lo mejor, tengo que decidir qué hacer: si seguir con vos o no, y eso lo tengo que pensar sola. —Se alejó de él y fue por su valija, pero Noel se adelantó y empezó a abrirla para sacar lo que había adentro—. Noel, por favor, dejame irme. —Su marido se apoyó en la valija mientras tenía la cabeza baja y seguía llorando en silencio. Luego miró a su mujer. Se enderezó, y ella se le acercó.
—Está bien, si es lo mejor para vos —aceptó resignado.
—No me llamés. Yo te llamo, ¿sí? —le pidió Natasha.
—Está bien, pero va a ser muy difícil. —Se dieron un beso, un abrazo y caricias—. Te voy a extrañar.
—Y yo a vos. —Natasha se volvió a alejar, cerró la valija y la agarró. Noel le abrió, y ella salió. Llegó el taxi que había pedido y se fue a la estación de tren.
***
Noel había quedado muy deprimido y apenas salía de su casa. Por las noches intentaba dormir, pero no podía y a veces se dormía tarde. Aceptaba visitas de todo el mundo menos de su hermano, a quien no quería ni escuchar. Le colgaba en cuanto escuchaba su voz en el teléfono. Liam por un lado estaba feliz de que su cuñada se haya ido y esperaba que fuera para siempre, y por otro, preocupado porque su hermano no lo quería cerca. Un día fue a verlo, tocó el timbre, pero no lo atendió. Insistió y tocó también la puerta. Noel estaba recostado sobre la mesa borracho y con varias botellas de cerveza terminadas. No tenía ningún interés en levantarse.
—Noel, abrime —pedía Liam desde afuera. Noel se enojó al escuchar esa voz y se levantó a abrir.
—¿¿Qué carajo querés?? —preguntó bruscamente apenas abrió la puerta. Liam se quedó sin palabras al ver el estado en el que estaba su hermano: despeinado, los ojos rojos de tanto llorar y ojeras—. ¡¡¡Hablá!!! ¿¿¿Te vas a quedar ahí parado??? —gritó impacientemente.
—Como nunca atendés, tuve que venir. Quería ver cómo estás —contestó finalmente y todavía impactado.
—¡¡¿¿Y desde cuándo mierda te importo??!! ¡Andate! —lo echó. Quiso cerrar, y Liam detuvo la puerta con el brazo.
—¡Esperá, quiero hablar!
—¡Yo no! ¡Gracias a vos estoy sufriendo! ¡Mi mujer se fue por tu culpa! —le recriminó con furia—. ¡¿Así querías verme, pendejo de mierda?!
—¡Claro que no, no me gusta que estés así! ¡Noel, estoy preocupado por vos, ya no querés ni verme! —Noel fue a la mesa, agarró una botella vacía y le apuntó.
—¡Liam, no quiero lastimarte, así que andate, andate de mi casa si no querés que rompa esta botella en tu cabeza! —lo amenazó.
—Tranquilo, tranquilo, no hace falta que me agredas —intentó calmarlo poniendo una mano adelante—. ¡Yo sé que estás enojado conmigo, pero soy tu hermano, no podés seguir así! ¡Yo te quiero!
—¡Dejá de mentir! ¡Me querés, e hiciste que mi mujer se fuera!
—Eso no importa ahora. Y si no te quisiera, no habría tratado de llamarte todos estos días ni habría venido acá. —Noel tiró la botella contra la pared que tenía enfrente.
—Sos un hipócrita. Además de ser una basura como padre, sos una basura como hermano también. Pero vos no te vas a salir con la tuya. Mi mujer va a volver, y vamos a volver a estar juntos te guste o no, y nunca más nos vas a hacer daño. —Liam no tenía nada más qué decir, notó que su hermano no iba a calmarse y decidió irse de ahí. Noel cerró la puerta con fuerza una vez que su hermano puso los pies afuera y se puso a llorar. Se sentó en una silla, apoyó los codos sobre la mesa y se tapó los ojos mientras seguía llorando y sollozando.
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Tu hija 2: consecuencias
DiversosFanfic de Liam Gallagher. Universo alterno. Posible out of character. Liam sigue sin contarle a Sandrine, a sus hijos y familia política que tiene una hija no reconocida con una exnovia. También se rehúsa a conocerla a pesar de que su madre y su her...