Capítulo 9

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Noel seguía esperando todos los días la llamada de su mujer. Ahora estaba en casa de su mamá, los dos estaban en el sofá.

—Deberías salir más seguido, no es bueno que estés encerrado todo el tiempo —se preocupó su mamá—, y en algún momento tenés que volver al trabajo.

—No consigo pensar en eso ahora, me cuesta concentrarme desde que mi mujer se fue.

—Liam me dijo que estuviste tomando —se preocupó nuevamente.

—Esa basura fue a verme, a hacerse el que se preocupaba por mí —dijo molesto.

—¿Tomaste esa vez nada más?

—Estuve bebiendo unos cuantos días. Por suerte vos y los demás siempre llaman antes de ir a mi casa. No quiero que nadie me vea así —contó—. Pero bueno, Liam tuvo que ir. Le abrí para aprovechar decirle todo lo que se merecía —dijo frunciendo el ceño.

—De todas formas no arreglás nada emborrachandoté. No me hagas pensar que vas a volverte un alcohólico.

—Yo tampoco quiero eso. La extraño, quiero que vuelva —dijo mientras le salían unas lágrimas—. Ni siquiera ha llamado.

—Dale tiempo, Noel, ella ya te va a llamar y va a volver con vos —lo consolaba—. Está confundida, y Liam la traumó

—Ella no debería sentirse así, yo la amo. —Se apoyó en el hombro de su mamá—. La amo de verdad, y ella a mí. No aguanto tenerla lejos. Deberíamos estar enfrentando este problema juntos, pero tuve que dejarla ir. —Empezó a sollozar mientras escondía la cabeza en el hombro—. Yo nunca la dejaría por nadie ni le metería los cuernos. Naty me dijo que va a entender si me voy con otra, pero la quiero a ella, a nadie más. No me importa si ya no puede tener hijos, no me casé con ella solamente para eso. Todavía quiero adoptar, la había convencido, ella tenía muchas ganas de ir a una agencia, habíamos superado la pérdida de nuestro bebé y ahora esto. Ya no quiero tenerla lejos, no puedo estar con otra mujer que no sea ella. No puedo, ma, no puedo. —Su mamá le acariciaba el pelo y la espalda.

—Tranquilo, mi bebé, tranquilo. Yo sé cuánto la querés y que sos una buena persona. Nunca la lastimarías. —Le dio un beso mientras su hijo seguía llorando y sollozando—. Por eso tu mujer va a volver con vos, tené paciencia, a ustedes no los va a separar nada ni nadie. Siempre fueron sinceros el uno con el otro. —Noel la miró, y ella le secó las lágrimas.

—Ojalá que a Liam nunca le toqué estar en mi situación, por más que esté muy enojado con él —deseó—. Trato de no odiarlo, es mi hermano, pero cuando pienso en lo que hizo...

—Calma, Noel, no pienses así. Sandrine está tratando de hacerlo entrar en razón, y voy a ver si yo también hablo con él.

—No entiendo por qué nos hizo esto. ¿Qué le hicimos? Sé que odia a mi mujer, pero me está perjudicando a mí también. Encima dice que me quiere.

—Tiene una forma rara de quererte, pero te quiere, de eso estoy segura, y además te extraña.

—Sí, pero yo no quiero ni verlo. Por su culpa mi mujer se fue, está deprimida y si me deja definitivamente...—Noel se quedó pensando y prefirió no seguir hablando.

—Ya se va a solucionar todo esto, Naty va a volver con vos. Se fue porque necesitaba pensar como ella te dijo, nada más, pero va a volver, y van a volver a ser un matrimonio lindo. Va a quedar todo en el pasado entre ustedes dos.

Liam y Sandrine estaban con sus hijos en el patio.

—Pa, ¿por qué no venís más con nosotros a ver al tío Noel? —preguntó Keegan.

Tu hija 2: consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora