Capitulo 6

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Natasha y Liam volvieron a sus puestos de trabajo. Natasha entró en la cocina, y sus compañeros y amigos le preguntaban por qué lloraba, pero ella les contestó que estaba todo bien. La veían temblando, y un par la hicieron sentarse en una silla mientras el resto seguía trabajando. Trataban de calmarla mientras los mozos entraban y salían a retirar los platos. Algunos preguntaban qué pasaba, pero Natasha seguía sin querer dar detalles. Afuera, Liam seguía trabajando con los demás como si nada. Después de toda la conmoción con Natasha en la cocina, y Noel intentando averiguar qué le pasaba, May le recomendó a la cocinera que mejor se fuera a su casa, y fueron las dos a avisarle a Nigel. Mientras, Liam atendía y cobraba en las mesas junto con los otros mozos. Uno de ellos se le acercó y le preguntó si sabía algo, pero le mintió y le dijo que no tenía ni idea. Nigel le dio el permiso a la cocinera para que se fuera. Luego fue Noel a pedirle el resto del día para acompañarla, y su jefe se lo dio. Noel salió con su mujer, y los dos se fueron a su casa. Ya en ella, Noel y Natasha se sentaron en el sofá. Natasha estaba con la cabeza baja.

—Ahora sí, contame, ¿qué te pasó? ¿Por qué te pusiste así?

—Liam me...me dijo que vos —empezó a decir, hizo una pausa y empezó a levantar la cabeza lentamente—... que vos me vas a dejar. —Noel no sabía qué decir de lo impactado que estaba—. Noel, no sé, yo confío en vos, pero si querés estar con otra mujer...

—Mi amor, ¿qué decís? No hagás caso a lo que te dice mi hermano —quiso convencerla—. Yo nunca te voy a dejar, ya te lo dije.

—Pero él me dijo que preferís tener un hijo con alguien que sí te lo pueda dar. Noel —volvió a llorar—, tu hermano tiene razón, soy una inútil. Así que si me querés dejar, lo voy a entender. —Él le agarró la cara.

—No, no te voy a dejar. El que no puedas tener hijos no quiere decir que te voy a dejar de querer o que seas una inútil. —Empezó a acariciarla y la miró a los ojos—. Vos valés mucho para mí, nunca me separaría de vos, nunca.

—Es que estoy muy mal de vuelta con esto.

—Tranquila, tranquila —la consolaba dandolé un abrazo—. Ahora Liam sí se pasó. —Él se quedó todo el día con su mujer, pero ella estaba muy distante. Al día siguiente, fue a casa de Liam en la tarde, y este le abrió.

—Hola —saludó su hermano menor.

—¿Me dejás pasar? —preguntó Noel de mal modo. Su hermano lo hizo entrar, fingiendo no saber qué le pasaba—. ¿Están tus hijos?

—No, mis cuñados se los llevaron de paseo. ¿Qué pasa? ¿Por qué me hablás así?

—No te hagás. Menos mal que no están mis sobrinos, así no escuchan lo que te vengo a reclamar. ¿¿Quién te creés que sos para tratar así a mi mujer?? —Sandrine vino desde otra pieza.

—¿Qué pasa? Noel, ¿por qué lo tratás así?

—Que tu marido le dijo un montón de cosas a mi mujer y encima le dijo que yo la iba a dejar, que la iba a cambiar por otra porque ya no puede tener hijos.

—¡Aaah bien, veo que esa tipa no pierde la costumbre de contarte todo, seguramente inundó la casa de tanto llorar y buscar consuelo en vos la imbécil! ¡Bueno sí, le dije todo eso! —confesó Liam enojado—. Ella hace rato que te tendría que haber hecho padre y no le salió porque no sirve para nada. ¡Para lo único que sirve es para revolcarse con vos, llorar, victimizarse y ponerte en contra de todos! —la difamó.

—¡¡Te callás la boca!! ¡Si no estuviera tu mujer acá, te haría mierda sin pensarlo! —amenazó.

—Lo que le dije a Natasha se lo vuelvo a decir si quiero; se lo merece.

—¿¿Lo que le dijiste de mí también?? ¿¿En serio le volverías a decir que yo la quiero engañar?? ¡Nunca imaginé que dijeras una cosa así de mí! ¡Después decís que me querés, pendejo de mierda!

—¡Algo tenía que decirle para que se alejara de vos! ¿Te pensás que me olvidé de lo que hizo? ¿Tengo que hacerteló acordar? ¡Además es una buena para nada, entendelo!

—¡Basta, basta los dos! —gritó Sandrine poniendo orden—. Liam, Noel tiene razón. No tendrías que haberle dicho todo eso a tu cuñada y mucho menos hablar así de tu hermano. Ellos no te hicieron nada ni a vos ni a nadie. Si es porque Naty supuestamente alejaba a Noel de vos, ella nunca hizo eso ni tuvo la intención. Natasha perdió a su bebé y todavía la tratás mal. Encima tu hermano viene acá a gritar, decirte de todo, con ganas de querer hacerte daño y todo por culpa tuya, de nadie más —lo retó—. ¿Te das cuenta de lo que provocás? ¿Querías esto también: pelear con tu hermano de esta forma?

—No...no....—contestó Liam sin saber qué más decir ante el regaño de su mujer.

—No lo querías, pero es lo que causaste —dijo Noel—. Hasta tu mujer piensa que te pasaste. Mirá, vos ya me tenés harto y por tu culpa, Naty está muy mal, con dudas y distante.

—Noel, por favor, entendé...

—Voy a seguir viniendo, pero a visitar a mis sobrinos y a mi cuñada. A vos ni te pienso mirar, ni siquiera en el trabajo, no me des ni la hora, nada. Me decepcionaste. Ojalá que ninguno, NINGUNO de tus hijos salga a una basura como vos. Nos vemos, Sandrine y disculpá —se despidió en un tono más calmado y se fue.

Tu hija 2: consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora