Capítulo 8

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Me levanto temprano, hoy era viernes y por lo tanto tocaba el último día de trabajo de la semana. Intento no despertar a Belcast mientras me arreglo, pero cuando salgo del baño me lo encuentro observándome, con un ojo cerrado y cara de adormilado, se ve chistoso.

—Buenos días —saludo colocandome los aretes. —perdona si te desperté

—No fue tu culpa -asegura —Y, buenos días

Sigo moviéndome por la habitación con su atenta mirada fija en mi. Termino de qcordonar los zapatos, me miro una última vez en el espejo y tomo mi mochila de sobre la mesa. Me veo en la necesidad de avisarle a donde iré y cuanto tardaré, aún ni entiendo la razón

—Me voy a trabajar, y seguro a la salida me voy al gimnasio, llego a las siete de la tarde, aproximadamente

—Bueno —Es lo único que responde, seguro aun demasiado dormido para decir algo coherente.

Dejo la habitación para que siga durmiendo y bajo las escaleras con rapidez, rogando no encontrarme a ninguno de los chicos. Voy a la cocina para revisar la heladera y encontrar algo que comer pero no hay nada, tendré que pasar por algún lugar para comprar desayuno.

—Buen día —escucho a mis espaldas. Al darme la vuelta me encuentro con Joshua, quien viene sin remera, totalmente despeinado y desperezandose. Se veía muy tierno en esas condiciones, de inmediato pienso en Magui y como le encantaría verlo así. —pierdes el tiempo si buscas algo de comer

—Buenos días —reacciono —Lo he notado -río suavemente, pero el continúa serio —. ¿Por qué estás despierto tan temprano? —cuestiono, intentando mantener una conversación con él

—Tengo que ir al gym —responde sin mucho ánimo

—¿No irás con los demás? —pregunto extrañada

—Si, pero no es lo mismo —se encoje de hombros desinteresado. Asiento dándole la razón.

—Debo irme o llegaré tarde, nos vemos -me despido y el asiente en despedida. No espero más respuestas, sabía que no habrían. Me retiro a la casa con rapidez, con algunos minutos de menos por intentar conversar con Joshua.

En el trabajo mi compañero me bombardea a preguntas luego de contarme que me ha visto en un video directo de Tomas. Si sabía que estaba siendo reconocida gracias a Magui que me enviaba capturas todo el tiempo, ya que yo no tenía ninguna red social más que WhatsApp y Tiktok, el cual era dificl encontrarme ya que mi usuario era predeterminado por la aplicación y ni siquiera tenia foto. Por esos dos medios me enteraba de los comentsri9s negativos y positivos que recibía de los fans de los chicos. Para mi suerte aun no me había reconocido nadie en la calle, ya que intentaba que mi cara se viera lo menos posible en los videos; Tomas lo había entendido, y respetó mi privacidad desde el día uno. Prefería quedarme en las sombras y ser la "chica misteriosa" de la que muchos hablaban. Me sentía más tranquila y a salvo siendo una desconocida para el mundo.

—Braian —así era su nombre —¿No te cansas de ser insoportable? —cuestiono en broma, aunque mucha razón tenía.

—Bien, bien, dejo de hacer preguntas —se rinde —, pero que sepas que eres una aburrida —me hecha la lengua y me enseña su dedo medio, causandome una enorme carcajada por su infantilidad.

—Entonces ¿como has pasado tu primera noche en la casa feliz? —pregunta luego de unos minutos de silencio. Sabía que no iba a durar mucho sin preguntar

—Dijiste que ibas a callarte -l3 reprocho y él se encoje de hombros restándole importancia

—Cierren el ocico, hablen menos y trabajen más —la jefa se acerca a nosotros, y con un tono duro nos manda callar.

El Efecto BelcastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora