Capítulo Diez

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Lover, hunter, friend and enemy
You will always be every one of these
Nothing's fair in love and war

Love and War - Fleurie

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Llevaba más de siete horas despierta desde aproximadamente las cinco de la mañana. Todo el reino era un completo y absoluto caos.

Incluso cuando Lalisa había montado a Nyxaris, ella se mantuvo dentro de la carpa hasta que los guardias le aseguraran la seguridad para poder sacarla y llevarla directamente a Skyfire. En cuanto llegaron, fue llevada directamente a la junta de consejo que la madre de Lalisa había anunciado de emergencia.

Todo se había quedado en que ayudarían en todo lo posible y, sobre todo, que intentarían que Lalisa no se involucrara lo mayor posible. Pero para Jennie, aquello era demasiado cruel, absurdo y posiblemente ya era demasiado tarde para entonces.

Cuando llegó el mediodía anunciaron que el incendio se había logrado controlar con ayuda del pueblo y alabaron el esfuerzo de la princesa Lalisa. Pero Jennie estaba con los pelos de punta esperando que la misma entrara por esa puerta sana y salva.

Aunque sabía que Lalisa no podía arder, estaba preocupada por el hecho de que para Lisa esos niños eran posiblemente lo suficientemente importantes como para atreverse a ir a las llamas por sí misma.

Además, ella misma se sentía inútil desde su habitación de la torre, donde la nube de humo negro se alzó hasta lo más alto desde el centro del pueblo. Cuando las llamas se alborotaban y el aire revoloteaba con fuerza, no parecía ayudar, pero cuando el dragón se alzaba en el aire y exhalaba las llamaradas, y estas se calmaban medianamente, su corazón latía con normalidad.

De pronto, cuando la puerta de su habitación se abrió con fuerza y Eunwoo se mostró ante ella, con la respiración agitada, el rostro sudoroso y lleno de hollín, junto con ligeros rasguños en el rostro, su corazón se detuvo abruptamente cuando supo que no estaba allí simplemente para anunciar que estaba bien. Cuando sus ojos brillaron y negó ligeramente la cabeza en un movimiento casi imperceptible, fueron segundos en los que Jennie salió corriendo de la habitación para pasar entre los pasillos del castillo.

Cuando llegó a las escaleras y sus pies parecían andar por sí solos, las manos de Eunwoo la detuvieron y la desviaron de rumbo hacia otro pasillo que no recordaba con exactitud. Pero cuando llegaron al fondo de este y observó dos puertas negras abiertas y cuatro guardias custodiando la entrada, el corazón parecía querer salir de su pecho.

Sus pies llegaron a la puerta y sus ojos buscaron entre la gente que rodeaba el lugar. Finalmente, Lalisa estaba sentada frente a la chimenea, expectante de las llamas, con las manos llenas de sangre y el cabello plateado manchado del mismo polvo negro.

Se mantenía en silencio, a excepción de los murmullos de las personas a su alrededor. Cuando Jennie cruzó mirada con la madre de Lisa, esta asintió con claridad y salió de la habitación con rapidez para que los demás comprendieran.

Las puertas se cerraron en cuanto las únicas personas en la habitación, no eran más que ella y Lisa.

No tenía palabras y quizás no las encontraba. Pero estaba Lalisa ahí, y eso era tener un motivo para decirlas, por más sinceras o no que fueran.

𝗘𝗺𝗽𝗶𝗿𝗲 | 𝗝𝗲𝗻𝗟𝗶𝘀𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora