Capítulo Veinte

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Just goes to show
That the blood you bleed
is just the blood you owe


No Time To Die - Billie Eilish

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La octava luna estaba llegando a su fin, faltaban menos de quince amaneceres para su boda y los planes estaban marchando a la perfección. El invierno había llegado con fuerza y entusiasmo.

Aunque en el centro del reino no caía la capa blanca de nieve, las temperaturas descendían aún con el sol sobre todos. Así que Jennie empezó a hacerse de abrigos más gruesos.

Después de aquella noche en la que había estado escribiendo cartas a los abanderados de su padre, dándo las indicaciones, tan solo estaba esperando por el día. Vivía de los susurros qué Roseanne recibía en las calles y había aprendido a caminar por los pasillos de la fortaleza sin perderse.

En los últimos días los arreglos de la boda también se habían hecho un problema tomando en cuenta que Lalisa salía con más insistencia hacia Winterwarmth solo para vigilar que su pueblo recibiera el invierno con tranquilidad, teniendo en cuenta que es el norte de Winterwarmth quien más recibe el impacto de ello.

Pero gracias a ello Jennie había encontrado tiempo para preparse, Jackson había estado enviando personas que le informaban absolutamente todo. Jennie sabía que tenía más de veinte mil hombres a su disposición, doscientas flotas marinas y un dragón a su disposición si era requerido.

Por supuesto que ella misma también había recibido adiestramiento, no se dirigía a un campo de flores y canciones lindas; estaba preparándose para iniciar una guerra en su propio reino. Así que Jungkook la había estado adiestrando en el arte de las armas, Jennie había descubierto que no podía levantar una espada sí no era con su mano izquierda y que no podía disparar una flecha con la misma, no era fanática de quitarse los vestidos y tomar un arma, amaba su feminidad y la abrazaba con fuerza cada que podía, pero si tenía que usar un arma, la usaría con queja.

El mismo Jungkook había confesado no encontrarla torpe pata ello, aprendía con rapidez y que lo aprendido le bastaría para defenderse. Así que Jennie había quedado complacida de inmediato.

En los últimos días también había estado pensando en la conversación de sus sueños aquel día, porque después de eso no hubo más, no soñaba, no veía pero si escuchaba pero era lo mismo. Se repetía sin fin alguno pero solo había descubierto lo obvio; era alguien cercano a Lisa qué sabía de su matrimonio y que estaba planeando matarla de ser necesario.

Si quería descubrir tendría que investigar cuando las cosas se calmaran, así que había estado tomando el resto del tiempo para que los trabajadores continuarán en la elaboración de su vestido y siguieran con las preguntas habituales, aunque fuera repetidas, según Roseanne aquello se debía a que si fuera el caso que de cambiará de opinión, ellos lo harían de inmediato.

Pero ahora estaba a solo horas de salir en marcha. El ejército había abordado las flotas empezando la tarde y ella misma había comenzado a sentir los nervios a flor de piel. Ella misma saldría al anochecer, encontrandose con Jackson en su dragón en el patio delantero para llegar lo antes posible acompañada de Jungkook.

Por el momento solo se encontraba ella misma, sentada en la silla de uno de los extremos de la mesa real de una de las salas del consejo real, Roseanne estaba a su derecha y Eunwoo de pie junto al gran balcón de aquella sala.

Jennie había recibido el aviso de que Lalisa regresaría antes de que el atardecer se ocultara y ahora tenían el sol detrás de ellas. Estaba vestida con un pantalón, botas altas, una camisa blanca y un abrigo de piel de lobo blanco. Eunwoo había mandado forjar una espada - con el pretexto de ser suya - para que Jennie pudiera usarla, así que estaba sobre la mesa junto al cinto qué la sostenía de la cintura.

𝗘𝗺𝗽𝗶𝗿𝗲 | 𝗝𝗲𝗻𝗟𝗶𝘀𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora