Capítulo Trece

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I'll walk through fire to save my life
And I want it, I want my life so bad
I'm doin' everythin' I can
And another one bites the dust
It's hard to lose a chosen one

Elastic Heart - Sia

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Sangre

Dragones

Ciervos

Mares


Los sueños que estaba teniendo no le convencían mucho, porque le parecían más acertijos que simples pistas o palabras. Había veces que los recibía como sonidos, otros como imágenes y algunas como susurros de palabras. Pero siempre despertaba con una capa fina de sudor en el cuerpo.

Habían pasado más de dos semanas desde aquel día en los aposentos de Lalisa y en esas dos semanas no estaba recibiendo nada que no fueran dragones, ciervos y alguna especie de sonido del mar en cuanto trataba de comprender la situación.

Empezó a sospechar que era culpa del trato.

No había visto a Lalisa porque también había optado por dejarla con sus cosas, y es que aunque Lalisa estuviera obligada a un reposo extremo, los papeles y papeles llegaban hasta sus aposentos para ser sellados y firmados por ella misma. Jennie descubrió también que admiraba el arduo esfuerzo de Lisa en aquel aspecto, el hecho de preferir atender al reino antes que a ella misma le resultaba digno de una buena monarca.

Al contrario de ella, que no había hecho otra cosa más que permanecer cerca de Roseanne lo suficiente para mantenerse leyendo libros de historia que la otra le daba a leer. En algun momento le resultó más entretenido que simplemente pasearse por los pasillos del castillo.

Además había encontrado un gusto por los vestidos que para su sorpresa, Lalisa mandaba exclusivamente para ella, porque estaba llenos de los colores representativos de la casa de los Manoban; rojo y negro. Pero lo más significativo eran los bordados de ciervos en la falda de color blanco y dorado, todas esos detalles en cada uno de los cinco vestidos que habían llegado hasta sus aposentos durante aquellas semanas y que por supuesto no había dudado en usarlos.

En especial, aquel día había decidido usar el último que había llegado; un vestido color negro de tela brillante, con detalles dorados en los brazos que iban desde los hombros y caían hasta las manos, en el pecho dos astas adornaban significativamente de color oro y más por debajo en la falda, escamas de dragón adornando hasta el último detalle y la peculiaridad de poner ciertos detalles en color blanco, Jennie lo había asociado con el gusto de Lalisa en cuanto a las prendas.

Aquello la mantenía contenta y reconfortante. Aunque muchos le dijeran que el luto se lo había pasado por alto, ella misma sabía que no tenía mucho que hacer con él tema; porque así la habían educado. Además, moralmente y éticamente sería mal visto que se mantuviera cabizbaja respecto a la muerte de su ex-esposa y por parte de su padre, sabía que de alguna manera su padre estaba mejor en otro lado que respirando con sufrimiento.

Pero últimamente lo estaba comenzando a tomar por alto.

━ Jennie.

La voz de la rubia sentada delante suya, en un espacio al aire libre de la parte trasera del palacio la cual daba específicamente vista al mar norteño la hizo levantar la mirada del libro donde se había mantenido perdida en las últimas horas quizás.

━ ¿Desde cuándo usas tales prendas? ━ preguntó con la mirada en el bordado del abdomen.

Jennie le sonrió, mirando sus ropas y soltando un suspiro.

𝗘𝗺𝗽𝗶𝗿𝗲 | 𝗝𝗲𝗻𝗟𝗶𝘀𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora