Lake

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• ¿Será realmente seguro? •

Había fallado en el intento de cazar una ardilla, ya que solo tener una navaja no era de mucha ayuda. Ya no tenía comida ni agua y aun faltaba mucho hasta llegar a la gasolinera, a la cual debía ir por algo de comer y beber.
Era mediodía y el sol alumbraba el silencioso bosque. La brisa movía las hojas de los grandes árboles y las ramas crujían en el suelo.

La soledad era parte de mi, me gusta estar sola en los lugares más tranquilos. Prefiero esto mil veces a tener que estar soportando las miradas desagradables que me brindan algunos del grupo. Agradezco la oportunidad de vivir que me otorgaron, pero estar ahí era algo agotador y no pienso aguantar eso, mucho menos después de lo que ocurrió con Daryl y Rick.

Aún recuerdo cuando huí de casa y fui a explorar el mundo con mis amigos, que después de un tiempo, los considere familia. Y también recuerdo el motivo por el cual huí de mi hogar. Son recuerdos que por más que quiera bloquear, siempre están ahí haciendo daño en lo más profundo.

Yo vivía con mi madre en Dallas, Texas. Mi padre se divorció de mamá cuando yo tenía diecisiete años y el se fue a vivir con su amante. Mi madre era abogada y nunca tenía tiempo para mí. Yo siempre iba a visitar a papá y su familia, ya que tenía hermanastros. Una hermanastra de diecinueve años, y un hermanastro de doce años.
Al cumplir dieciocho mi madre me obligó a entrar en una universidad para estudiar leyes, por lo cual decidí huir con mis amigos y viajar por el mundo. Todo se acabó cuando comenzó el apocalipsis y el resto es historia.

No sé si mi familia seguirá con vida, pero yo deseo ocultar estos tormentosos recuerdos y seguir adelante.

De pronto unos gritos me sacan del trance en el que estaba sumergida. Sin pensarlo dos veces, corro hacia donde provienen los gritos. Al llegar, veo a un hombre de tez morena siendo cruelmente mordido en el brazo por una de esas cosas. Enseguida incrusto el hacha en la cabeza del mordedor, provocando que un poco de sangre salpique en mi ropa.

- Cortaré tu brazo - Le digo limpiando el hacha en mi blusa, el niega con la cabeza - Es lo único que podrá salvarte -

- No... No quiero - Dice con dificultad.

Cierro mis ojos y suspiro fuertemente.

- Puedo salvarte - Le digo, a lo que el vuelve a negar rotundamente.

- Tengo la esperanza de que al morir vaya a un lugar mucho mejor que este - Dice el hombre.

- Está bien - Acepto mientras dejo el hacha en el suelo.

- Soy Lance - Dice estrechando su mano.

- Adriana - Le digo, aceptando su saludo y estrechando mi mano también.

- En mi mochila hay comida - Dice apuntando a una mochila negra que yace en el suelo a unos metros de nosotros - Podría durar un par de días si la racionas bien -

- Gracias - Le digo asintiendo con mi cabeza.

- Mátame - Dice, tomándome por sorpresa

- Hazlo antes de que me convierta -

- No puedo - Le digo suspirando.

- Por favor, solo hazlo - Ruega al borde de las lágrimas.

Me acerco hacia el y agarro mi navaja. El sonríe. Incluso cuando agoniza sonríe mostrando sus blancos dientes.

- Lo siento - Le digo y entierro la navaja en su cabeza.

..

El agua helada eliminaba toda pizca de calor en mi cuerpo. Se sentía bien sumergirme en el lago y solo escuchar el ruido que hacían mis pies al nadar.
El lago era hermoso, un poco pequeño, pero hermoso. La paz y tranquilidad que transmitía era inconseguible en cualquier otro lugar.

𝑫𝒚𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖 - 𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐚𝐥𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐃𝐞𝐚𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora