40° Intruso

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En cuanto Luzu puso un pie en la sala de juntas de Merlon todos los presentes se giraron a verlo.

- ¿Dónde está Quackity? -

Escucho la voz de Vegetta preguntarle por el híbrido - En casa - ni siquiera se giro a verlo. Tal vez estaba paranoico pero no le agradaba nada la cercanía que habían formado.

- ¿Por qué no está aquí? - volvió a cuestionarle alguien a quien obviamente ni se molesto en ver.

- Esta dormido... -

Lely lo miro dudoso, Vegetta frunció el ceño en desaprobación.

- Creo que fui muy especifico joven Luzu, le había dicho que lo trajera con usted - hablo el anciano.

- Quackity no participará en nuestras reuniones - sentenció, queriendo dar por zanjada la conversación.

- ¿Y quién decidió eso? ¿Tú? - pregunto esta vez la vampira con burla en la voz - Merlon te ordenó que lo trajeras ¿Te atreves a desobedecerlo? -

- Lolito... - Mangel a su lado la tomo del hombro para que guardará silencio, era mejor no involucrarse directamente. Toda esta situación le parecía odiosamente problemática tanto a él como al otro integrante, Illojuan, quien solo resoplaba y entornaba los ojos ante el drama de los vampiros.

- Los pobladores ya corrieron el rumor de tu pequeño híbrido alado y de todas las cosas que ha provocado con su presencia, obviamente distorsionando ciertas cosas - hablo tranquilo el sabio Sapo Peta.

Luzu inhalo y exhalo tratando de tranquilizarse, no podían importarle menos los chismes de los pueblerinos.

- Si por alguna extraña razón la relación que ustedes dos llevan es verdadera, al menos por parte tuya... - Vegetta volvió a tomar la palabra con un claro deje de burla en la última oración que no paso desapercibido por los otros miembros del grupo - Debes presentar a Quackity ante nosotros, y ante el pueblo, ya que es un forastero -

- ¿Y qué que lo sea? - levantó la ceja y tomo una posición desafiante ante el brujo líder.

- Ya sabes lo que dicen de los forasteros - hablo Auron con sorna, Quackity no le agradaba pero menos le agradaban los chismes de la gente.

Luzu aparto la mirada de los presentes ante lo dicho por Auron, en aquel entonces cuando este recién había llegado a Karmaland el decidió hacerse cargo de que la gente lo aceptará y tratara como al resto de sus compañeros. En el proceso habían ocurrido cosas que no tenía previstas, como el enamorarse profundamente del de ojos naranjas.

- Quackity debe asistir a las reuniones, para que se familiarice con el pueblo y con nosotros, debe ganarse la confianza de la gente para vivir aquí - el brujo observo como varios torcieron la cara en desaprobación - Y también, quiero asegurarme que este bien... -

- ¿Por qué tendría que importarte lo que le pase? Es mi híbrido, es mi responsabilidad -

- Luzu - le llamo la atención el vampiro bajito - ¿Qué te pasa? Tú mejor que nadie sabes que Vegetta se preocupa mucho por los demás - frunció el ceño al creerse ignorado - Por supuesto que Quackity no iba a ser la excepción -

- El niño ya te demostró que no es capaz de volar, no hace falta que lo tengas encerrado por culpa de tus celos - alzó la voz el umbral, se había mantenido en silencio para no meterse en más problemas, sin embargo, no soportaba lo que sucedía. Ojalá poder ayudar al híbrido a sobrellevar su estadía aquí, aunque sea un poco.

- No sigas metiendo las narices donde nadie te llama Staxx... -

- ¿Por qué no debería? Me molesta ver que nadie es capaz de hacerte entrar en razón -

Quemaduras en la pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora