Chapter 25;
"'Cause I, I don't know how to feel
But I wanna try"
(What Was I Made For? - Billie Eilish)Coriolanus sintió como se le helaba la sangre de golpe y por un momento, creyó que iba a desmayarse.
Se quedó con la mirada clavada en Tigris que no paraba de disparar sus ojos de un lado a otro, quizá tratando de descubrir si lo que acababa de ver era real y no obra de su imaginación.La miró retroceder sobre sus pasos vacilantes y cuándo comprendió que estaba a punto de echarse a correr lejos de la escena se apresuró a detenerla.
—No no... —pidió ella con la mano de su primo envuelta alrededor de su antebrazo.
—Coriolanus... —se miraron a los ojos por cortos segundos que parecieron eternos.
—Déjame explicarte.En realidad no sabía que pretendía explicar porque él acababa de descubrir aquella situación, pero, no podía dejarla irse así.
—Aquí no —pidió con la voz temblorosa.
—Bien.Caminaron a la par hasta la habitación que ahora era la oficina de Tigris y esperaron a estar a solas con la puerta cerrada. Entonces el corazón se le subió a la garganta comprendiendo por fin en lo que estaba metido.
Tigris acababa de verlo ¿besando a Sejanus?Bueno, no estaba seguro de que a eso se lo pudiera llamar un beso. Dejando de lado la definición de la situación, nada podía negar que era algo comprometedor.
—No puedo creer que no me lo dijeras —empezó ella manteniendo los ojos fijos en él.
—No es...
—No entiendo porqué no me lo dijiste —Coriolanus notó las lágrimas brillando en sus ojos—. ¿Por qué no me lo dijiste? No entiendo —empezó a pasearse nerviosa, de aquí para allá—. No puedo creerlo.
—Tigris.
—Si me lo hubieras dicho jamás habría hecho algo así —lo miro un instante fugaz, uno dónde él pudo leer la culpa que sentía en su mirada—. Habría encontrado otra forma, habría hecho lo que sea para detenerlo. Ahora todo tiene más sentido ¡Por eso estabas tan enojado conmigo! ¿Por qué no me lo explicaste? No puedo creer lo que he hecho.
—Tigris —se acercó y frenó su caminata nerviosa sosteniéndola por los hombros—, por favor...detente.
— ¿Cómo dejaste que te hiciera algo así?
—No me hiciste nada.
— ¡Me case con él! —se apartó visiblemente herida y se secó las lágrimas con prisa—. Si me lo hubieras contado habría buscado la manera de terminar con ese trato. No me hubiera importado nada.
— ¿Terminar con ese contrato? —se acercó nuevamente—. Tigris, necesitó que seas sincera conmigo. Necesito que me lo cuentes todo ahora.
—Y yo —contraataco—. Necesito que me digas todo, por favor.Tomó una respiración profunda y caminó hasta una de las sillas para ocupar ese lugar.
—Bien —aceptó totalmente—. Empieza tú.
—Ya sabes la mayoría ¿No?
— ¿Qué pasa si te niegas a seguir con esto?
—Strabo es el dueño de nuestro piso.
—Pero tu eres la esposa legal de Sejanus ¿No? ¿No hay algo que te corresponda por ello?
—No es así de simple.
—Tigris, dijimos todo.
—Me mataría —respondió casi en un susurró.Parecía que el simple hecho de mencionarlo le causaba miedo.
Tenía sentido.—No lo hará.
—Lo hará, Coryo. Lo hará.
—No —afirmó—. No dejaré que te haga daño.
—No entiendes.
—Lo entiendo mejor de lo que crees —confesó—. Todo esto que esta pasando con Sejanus es su culpa también.
— ¿Por qué?
—E-es complicado.
—Dijiste que me lo dirías todo.Una gran parte de él quería mentir. Era en lo que se sentía cómodo, era lo que siempre había hecho, pero sabía que no tenía que hacerlo más.
—Sejanus estaba hablando con rebeldes en el doce —empezó—. Nos enviaron a hacer presencia a una ejecución pública y apresaron a una mujer por hacer un escandalo. No hace falta que te diga como es él ¿No? Se metió en la arena sin dudarlo —él recuerdo le parecía ya tan lejano—. No sé como se encontró con esa gente, pero, estaban planeando sacarla y huir. Cuándo me enteré supe que era una locura de inmediato, era algo inverosímil y habían tantas cosas que podían ir a mal. Y si algo iba mal, lo mandarían a la horca, por traidor.
No podía seguir hablando mirándola a la cara así que concentró sus ojos en sus manos y se esforzó por seguir hablando.
—Pensaba que si alguien aquí se enteraba su padre también lo haría, y eventualmente, haría algo para sacarlo de eso. Pensé que iba a comprar su baja y entonces Sejanus se iba a evitar un problema mayor. Estaba seguro.
— ¿Si alguien de aquí se enteraba?Probablemente ella ya estaba atando algunos de los cabos.
—Estábamos trabajando en la recolección de los charlajos cuándo él me confesó que iba a irse en el cumpleaños del comandante. No estaba pensando con claridad, estaba desesperado —escupió las palabras con tal prisa que se atropellaban entre ellas—. Pensé que la Doctora Gaul sabría que hacer.
—Coriolanus...
—No quería que le hicieran daño ¡Claro que no quería eso! Nunca me imaginé que iban a hacerle esto.
—Lo entregaste.
— ¡Era para evitar que lo mataran!
—No lo entiendo —negó con la confusión—. ¿Cómo Strabo tiene algo que ver con esto?
—Él me lo confesó. Me dijo que en realidad le había hecho un favor.
—No lo entiendo.
—Solamente quería evitar que lo mataran —repitió—. No entiendo cómo pudo salir tan mal. Nunca me imaginé que Strabo le haría esto a su propio hijo.
— ¿Y por qué?
—No sé, Sejanus nunca congeniaba con él —explicó—. En realidad, me confesó que creía que Strabo había comprado a Marcus para enseñarle que nunca podría volver a su distrito. Dijo que siempre trataba de disciplinarlo y mantenerlo a raya.
— ¿Y qué gana teniéndolo de esa forma? No tiene sentido.
—Creo que el prefiere que este muerto —ella alzó la cabeza y lo miró con miedo—. La Doctora Gaul me lo dijo, que quizá este matrimonio no duraría demasiado.
— ¿Cómo?
—Supongo que no esperaba que Sejanus mejorará. Y no sé cuanto tiempo más podría pasar hasta que se den cuenta que nosotros tenemos algo que ver con eso.
— ¿Y entonces?
—Creo que lo mejor es que otra persona este muerta. Si Strabo es quien esta detrás de todo esto, si nos deshacemos de él...
—No es tan sencillo.
—No, claro que no lo es, pero es lo mejor. Para Sejanus, para ti y para todos.
—No puedo creer que lo hayas entregado —tomó asiento del otro lado de la habitación y le dio una mirada en la que él solo pudo encontrar decepción—. Eres un chico bueno, Coryo. No tienes que hacer nada de eso.
—Me equivoqué —aceptó otra vez. Lo había aceptado dos veces en la misma noche—. Pensaba que lo peor que podía pasarle era que lo obligaran a encargarse de la empresa familiar. Y-yo solamente quería evitar que lo manden a la horca.
—Y a ti tras él —agregó ella.Y tenía razón.
—No sabía, en realidad, no podía aceptar que realmente no lo odiaba —se tragó el orgullo y prosiguió—. Sé que no merezco que me perdone, pero, si algo le pasa no podría perdonármelo nunca Tigris. No podría vivir con eso sobre los hombros.
—No vamos a dejar que nada le pase —lo calmó—. Está mejorando. Habló conmigo.
— ¿Qué te dijo?
— ¿Ma no te lo dijo aún?
—No...
—Preguntó por ti.Se quedó de una pieza por un instante, y entonces, sin previo aviso, se echó a llorar.
—Coryo —se acercó a él y le tomó la mano.
—No puedo creer lo que le he hecho, Tigris.
—No podías saber que las cosas saldrían mal. No querías hacerle daño.
—Quería librarme de él —confesó con la angustia rasguñándole la garganta—, quería tan desesperadamente librarme de él.
—Coryo...
—Si algo le pasa no podría perdonármelo. Te lo juro. Si algo le pasa...
—Shh —lo abrazó con fuerza y él lloró en su hombro sin poder detenerse—. Lo arreglaremos, ya veras. Encontraremos la manera.Y le creía, porque estaba desesperado.
Necesitaba creerle.—Lo siento —escupió entre sollozos—, perdóname por tratarte así. Nada es tu culpa.
—No pasa nada —casi pudo sentirla sonreír—. Me alegra saber que todo esto no era por algo que había hecho mal.
—No, todo es culpa mía. Solamente mía.
—Ya, no digas eso —se apartó un poco para mirarlo a los ojos—. Lo arreglaremos. Aún puedes hacerlo bien.
— ¿De verdad lo crees?
—Te lo juro, Coryo. Yo creo en ti.
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all the things you stole from me ✔
Fanfic"Mi devastación está regresando para convertirse en la tuya. Pensaste que podías lastimarme sin consecuencias, pero ahora eres tú quien está sufriendo. Mira todas mis lágrimas convirtiéndose en tus lágrimas, Mira , todas las cosas que me robaste, ah...