"Mi devastación está regresando para convertirse en la tuya. Pensaste que podías lastimarme sin consecuencias, pero ahora eres tú quien está sufriendo. Mira todas mis lágrimas convirtiéndose en tus lágrimas, Mira
, todas las cosas que me robaste, ah...
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Chapter 28; "I have a love, and it's all that I have" (I have a Love - West Side Story)
Lucy Gray usaba su tiempo libre para dar largas caminatas dentro de la residencia, aunque llevaba algunos días por allí, todavía se sorprendía de su inmensidad. En el distrito doce nadie tenía tales lujos, ni siquiera el alcalde, quién era por lejos la persona más adinerada del lugar.
Sabía que aunque se pasará días tratando de comprenderlo, no podría darle un sentido del todo a la necesidad de poseer tantas cosas materiales. Sobre todo, conociendo las historias que conocía.
Extrañaba mucho la seguridad de su pequeña cabaña. La tranquilidad de saber lo que había allí, lo que compartían, y sobre todo, la certeza de saber que, encima de cualquier cosa, lo más importante allí dentro eran ellos: su bandada...su familia. Los necesitaba tanto que se sentía como un punto pequeño en una enorme hoja de papel esperando por una canción que jamás aparecería.
Se moría de ganas de saber que estaban haciendo ahora: ¿Pensarían que algo malo ocurrió con ella? ¿Esperarían a verla algún día junto al árbol del ahorcado como una acusada? ¿Habrían dejado de actuar como la última vez que ella se ausento? Lo último le generaba terror...ellos realmente necesitaban mantenerse en pie, sobre todo, por Maude Ivory que los necesitaba fuertes.
La pobre Maude Ivory... ¿Seguiría teniendo pesadillas por perderla? Porque ella las tenía, por perderlos a todos.
Una puerta se abrió de repente interrumpiendo su privacidad y la madre de Sejanus se quedó un segundo congelada contemplando su imagen. Ninguna sabia de la presencia de la otra en la casa.
—Querida —sonrió algo apenada por notar su irrupción en un momento intimo. —Hola —trató de devolverle el gesto. —Pensé que aún dormías. —No, nos levantamos pronto —notó que habló en plural y se sintió algo nerviosa.
No tenía idea si aquí alguien conocía su historia con Coriolanus. Quizá también tenía que mantenerlo en privado, como en casa.
—Fui a desayunar con Sejanus, pero, todos se fueron ya. — ¿Si? —sonrió aún más—. Él se ve mejor ¿No? —Si, creo que sí. Es lo que Tigris dice. —Fue difícil —admitió sin dar más detalles. — ¿Qué es eso? —preguntó, un poco por curiosidad, un poco para disipar el ambiente doloroso que se había hecho presente. —Son fotografías —alzó uno de los enormes estuches que sostenía entre sus brazos. —Puedo ayudarla —se ofreció rápidamente y se acercó a recibir uno de los enormes sobres. —Gracias querida. Dime ¿Qué hacías por aquí tu sola? —Pensaba un poco, en casa. —Puedo imaginarme lo mucho que la echas de menos —comentó mientras empezaban a dirigirse al comedor a paso lento—. Cuándo nos mudamos del dos fue un camino difícil. La gente en casa ya no nos veía como parte de ellos, pero, de cualquier forma dejar todo atrás era algo realmente duro. La primera vez que recorrimos el capitolio, Sejanus iba sentado junto a mí, tan pequeño que creía que era imposible que fuera capaz de comprender la gravedad del asunto, pero, me miró a los ojos, puso su mano sobre la mía y me dijo "No pasa nada, Ma. Todo ira bien". Siempre fue especialmente optimista, a pesar de todo, siempre tan lleno de esperanza, tan valiente...Ahora es mi turno de estar allí para decirle que las cosas irán a bien, aunque no pueda hacer más. —Es suficiente —afirmó Lucy Gray, demasiado conmovida por la imagen que se había formado en su cabeza.
