Capítulo 17: The Madonna vs the whore

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Sergio y George comenzaron a revisar cada correo. Sorprendentemente los últimos trataban sobre Max y algunos de él.

Esto lo puso nervioso.

—Mejor revisa la hora de esa entrada en el blog—Propuso el pelinegro.

De esta forma descartaran los correos que llegaron después de la publicación.

George obedeció y ambos se llevaron una sorpresa al ver qué la última entrada era una nueva sobre el pelinegro.

Sergio no quería leerlo, pero George no pudo con su curiosidad.

Entonces sintió que su mundo seguía dando vueltas hasta marearlo.

—No puede ser—Dijo George mientras baja—¿Te acostaste con tu hermanastro?

El pelinegro camino hacia la casa y se dejó caer.

Pego un grito de frustración contra la almohada, intentando no ser escandaloso.

—¿A caso Dios me odia tanto?—Se quejó.

—¿Es verdad?—Pregunto George mientras seguía bajando —Ay mira, tiene una foto.

Sergio se levantó rápidamente de la cama y vio la fotografía.

Reconocía perfectamente el lugar y el momento en que ocurrió todo. Pero en su memoria no había alguien que le pareciera sospechoso.

De todas formas, ya no tenia tiempo ni ganas de llorar.

Había sido víctima demasiado tiempo, ahora era su turno.

—Revisa la hora y busca los mails que llegaron antes de la publicación—Pidió y George se movió rápidamente.

—Oh...—Dijo el joven mientras revisaba uno de los correos.

En este estaba la imagen de la publicación. Además de muchas mentiras que Sergio leyó.

“Lo sedujo para darle celos a su amigo”

—Ahí está el soplón—Respondió Sergio. Pero el correo y el número ligado no le eran familiares— Tendremos que llamar a ese número para averiguarlo.

El pelinegro saco su teléfono dispuesto a llamar, pero George se lo quito de las manos.

—No es necesario—Dijo George evitando que Sergio protestará—Conozco ese número.

—¿Cómo lo conoces?

—Porque era mío—Explicó—Lo usaba para gastar bromas pesadas. Deje de usarlo hace más de un año y se lo regale a una persona—Sergio lo miraba con atención—La persona que mando esto... Es Lewis.

Entonces Sergio comenzó a unir los puntos.

Tenía sentido desviar la atención hacia él como el verdadero problema, y no sobre la infidelidad del moreno.

Ahora Sergio era el malo y los demás sus pobres víctimas.

—Revisa si él también mando el primer artículo—Pidió.

George se apresuró en buscar en el blog la publicación por la que empezó el problema.

Después apuntó la hora y comenzó a revisar los emails. El número no era el mismo.

—No coincide—Respondió mientras le mostraba la evidencia.

Sergio comenzó a desesperarse.

¿Cuántas personas estaban metidas en esto?

—Dame tu laptop —Exigió el pelinegro.

—¿Qué vas a hacer?

—Mi propio artículo—Respondió mientras lo hacía levantarse de la silla.

══ᴄʀᴀᴢʏ ᴅᴀʏꜱ ᴀɴᴅ ɴɪɢʜᴛꜱ══~ᶜʰᵉˢᵗᵃᵖᵖᵉⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora