“Contraseña incorrecta. Intente de nuevo, por favor”
El joven frente a la pantalla de su celular ponía el correo y la contraseña que recordaba, molesto por ser sacado de esta sin motivo alguno.
“¿Olvidaste tu contraseña?”
Nico bufó molesto.
No había podido acceder al blog desde esa mañana.
Su sesión se había cerrado sola y no había manera de recuperarla. Pues el correo que utilizaba también lo había expulsado.
Temió que alguien haya borrado su preciado blog. Así que entro a revisar que todo estuviera bien.
Entonces se sorprendió al ver la última entrada.
Se apresuró a salir de su aula para entrar al baño de su instituto.
“Vampiro emocional: La otra cara del It boy más amado por todos”
En este artículo se relataba la amistad de Sergio con Lewis.
Cómo lo manipulaba a través de mensajes confusos.
Lo ilusionaba con cosas que nunca iban a pasar, para después arrebatarselas y victimizarse.
Era un juego enfermo.
Pero el artículo también se centraba en lo ocurrido esa noche.
En como Lewis llegó a buscarlo, envolviendolo con su mentira de amor.
Sabiendo que no lo rechazaría.
Llevándolo a la cama para después abandonarlo apenas saliera el sol.
Cómo lo ignoro durante días.
La forma en que lo amenazó con que debía olvidarlo o dejarían de ser amigos.
Y lo peor, todos esto acompañado de diversas imágenes de correos intercambiados entre ellos.
Toda la evidencia de la falsedad de Lewis.
—¿Quién hizo esto?—Susurró para después volver a intentar acceder a la cuenta.
No es que no supiera esa información.
No estaba sorprendido. Lewis se lo había confesado.
Y la única razón para volver con él, era que debía alejarse de Sergio.
Al no hacerlo, no tuvo más opción que escribir el artículo.
No iba a ser fácil tirar la imagen del pelinegro. Pero Lando lo ayudo mucho con ese vídeo.
Ahora debía hacer lo que fuera para ayudar a limpiar la imagen de su pareja.
Quién le quitó el acceso debía pagar por lo que estaba haciendo.
Sergio miraba el nombre en el teléfono.
Había sido víctima de la pareja del año.
—¿Podemos hablar?—Pregunto Max acercándose a él.
Había pasado cerca de una hora de lo ocurrido, así que el rubio pensó que quizá ya estaba más calmado.
El pelinegro recordó lo que había sucedido la noche anterior.
No quería estar cerca de él.
—Mejor habla con tu mejor amigo, Lando—Max lo miraba confundido—Él mando el vídeo de Lewis.
—¿Fue Lando? ¿Cómo?—El rubio intentaba recordar cualquier momento en el que Lando pudo obtenerlo de él.
—Es lo que voy a averiguar—Respondió Sergio con una voz decisiva.
Esto puso nervioso a Max.
Sabía que debía ser honesto o pagaría las consecuencias.
—Hablemos—Insistió—Te daré las respuestas que buscas.
Sergio suspiro pesadamente.
No quería hablar con él.
No quería estar cerca porque se sentía débil a su lado.
Pero sabía bien que el rubio no se detendría hasta obtener toda su atención.
—Bien.
Sergio y Max caminaron hacia uno de los baños más alejados de la escuela. Revisaron que no hubiera nadie, necesitaban hablar con libertad.
—Si piensas que yo sabía que Lando tomo el vídeo, no fue así —Comenzó el rubio—Pero fui yo quien lo grabó.
Esta confesión le cayó como un valde de agua fría.
—¿Hiciste ese vídeo?—Preguntó sumamente indignado—¿Por qué?
Sergio había demostrado odiar las mentiras, aunque no fuera completamente sincero.
—Porque quería vengarme de ti—Confesó—Me acerque solo por eso. Y si no estuviera enamorado de ti, yo habría enviado ese vídeo.
—¿Qué carajo?—Preguntó ignorando la confesión del rubio—¿Qué te hice de mal para hacerme eso?
—Lo de la cena...—Comenzó a excusarse, pero fue interrumpido.
—¿Lo de la estúpida cena?—Cuando Sergio lo decía de esa forma, su venganza sonaba ridícula.
—Me avergonzaste frente a mi padre...—Intento defender su punto.
—¿Te avergonce frente a tu padre y por eso creíste que era buena idea llevarme a la cama?
Definitivamente su venganza no se sostenía de nada.
—Es que si lo dices así...
—No es la forma en que lo digo, son los hechos—Interrumpió el pelinegro— Es la idea más estúpida, incoherente y absurda que ha pasodo por tu cabeza.
—Tienes razón —Aceptó—Pero de no pensarlo, quizá nunca me hubiera enamorado de ti.
—¿Amarme?—Preguntó indignado—Fue solo sexo, ¿Recuerdas?
Max sonrió al recordar ese amargo momento.
Sergio estaba dispuesto a irse, pero el rubio lo tomo del brazo haciéndolo retroceder.
—Ambos sabemos que al final no fue así —Respondió mientras lo arrinconaba contra la pared—Lo hemos dejado claro.
—¿Qué te hace pensar que volveré a estar contigo?—Susurró Sergio intentando liberarse de su agarré.
—No te rechacé porque no sintiera lo mismo, lo hice para evitar el artículo de anoche—Confesó—Renunciaría a ti para salvarte.
—Es otra mentira, ¿Qué clase de amor es el que hace tanto daño?
—Mientras el dolor sea placentero, yo puedo disfrutarlo —Respondió el rubio para después juntar sus labios con cierta desesperación.
Sergio no opuso resistencia. Deseaba eso tanto como él.
El rubio comenzó a aumentar la intensidad. Besando su cuello, mientras su mano lo tocaba sobre sus pantalones. Haciendo gemir al pelinegro.
Entonces la puerta se abrió, dejándolos en shock a ambos.
Toto los encontró a ambos en una situación comprometedora.
¿Cómo había llegado ahí? ¿Quién le dijo donde estaban?
Pero todas las preguntas se aclararon cuando vieron una figura conocida detrás de él.
Lewis sonreía triunfante. Para jugar se necesitan dos, y él seguía ganando.
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══ᴄʀᴀᴢʏ ᴅᴀʏꜱ ᴀɴᴅ ɴɪɢʜᴛꜱ══~ᶜʰᵉˢᵗᵃᵖᵖᵉⁿ
FanfictionMax pasa sus días bromeando con sus amigos durante su ultimo año escolar. Pero cuando el sol se oculta es conocido como el príncipe de la vida nocturna. Le gusta salir de fiesta y divertirse sin temor a las represalias. Su vida da un vuelco cuando r...