4. ¿Chicos?

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Gorgeous - Taylor Swift

El partido contra Hufflepuff nos trajo una victoria, así que en cuánto baje de la escoba salí corriendo hasta tirar a mi equipo al suelo en un abrazo grupal. Después fue hacía Theo y Enzo que me esperaban junto a la mayoría de mis alumnos de segundo año con demasiadas flores, abracé a mis amigos rápido y comencé a recibir las flores amablemente de los pequeños, algunos ni me dejaban agradecer porque salían corriendo sonrojados.

Las semanas siguientes fueron divertidas hasta que las vacaciones para navidad llegaban y me tocaba dejar tareas a mis tutorados, con los de primero si hice una excepción y no les encargué tarea, pero con los otros dos grupos no hice excepciones. Entregué mi reporte de los avances al profesor Flitwick, el profesor Snape, la profesora Sprout y la profesora McGonagall, ya que tenía alumnos de cada casa debía hacer cuatro reportes de progreso de todos sus alumnos que tomaban tutorías conmgio. Los más tardados fueron los de segundo año ya que eran demasiados para acabarlos a tiempo con tareas y trabajos también de mi año. Theo estaba igual de estresado que yo que si sólo nos dirigíamos la palabra explotabamos con el otro por hablarnos cuando estábamos ocupados. No eramos los más aptos para tratar en esas fechas.

En una ocasión me quedé tan dormida en la biblioteca que Madame Pince me despertó a la mañana siguiente sólo para avisarme que llegaría tarde al almuerzo. Ni siquiera almorcé y salí corriendo a cambiarme y bañarme. Cuando entre a la clase de encantamientos llegué justo a tiempo, pero me tocó sentarme en los asientos de hasta atrás, ni siquiera me fijé con quién me senté hasta que a medía clase mi cabeza casi cae en su hombro. Ya se imaginarán quién era mi compañero de banca... Pista compartía clase con Gryffindor. Pero ni siquiera tenía energía para pelear.

—¿Qué no dormiste, Alba?

—No —susurré dejando mi cabeza en la mesa frente a mí

—Duerme un rato, te doy mis apuntes al final de la clase —su mano acarició mi cabeza con cuidado cómo haciendo piojito

Ronronee y lo escuché reír, me reacomode y con los ojos cerrados, seguramente el cabello en la cara, y con ojeras más grandes que Hogwarts mismo le sonreí.

—Gracias, Freddie —fue lo último que dije mientras me dejaba ir por sus caricias y me quedaba dormida.

Cuando desperté Fred estaba levantando sus cosas, yo aún seguía desorientada, dejo un beso en mi frente lo que me confundió más porque creo que lo aluciné.

—Te dejé los apuntes aquí.

—Gracias —dije bostezando.

Cuando abrí los ojos el ya no estaba pero los apuntes sí, así que sólo los guarde en mis libros y salí corriendo hacía mi otra clase.

En otra ocasión también estaba medio adormilada, era tarde en la biblioteca y estaba buscando un libro, pero estaba demasiado alto para mi, no tenía mi varita conmigo de tan dormida que estaba la olvidé, así que regrese a mi lugar por ella y cuando regresé al estante el libro estaba en la repisa frente a mi. Se me hizo raro, pero no le tomé importancia hasta que casi chocó con un torso que me hace caer, pero me tomó por la cintura evitando que cayera. Los ojos de Fred me encontraron, pero un bostezo arruino el contacto visual, me dejo estabilizarme y volví a alucinar un beso en la cabeza cuando se fue. Volví a decir "meh, es mi imaginación" y seguí con mi tarea hasta que Madame Pince me avisó que ya iba a cerrar y que no podía dejarme dormir de nuevo en la biblioteca. Salí bostezando y en cuanto llegué a mi habitación caí dormida. Fueron días demasiado exhaustivos para mí ser de 1.50 en ese momento.

Cuando fue la última salida a Hogsmeade yo decidí quedarme en el castillo y explorar, no me sentía aún con suficiente energía cómo para ir a estar entre tantas personas, pero le pedí a los chicos unas cuantas ranas de chocolate y un disco de Måneskin, les dí mi dinero y los despedí. Caminé sin rumbo por la escuela hasta que de un momento a otro algo me jaló a un armario todo oscuro, yo dije "nmms ya valió. Peeves me quiso hacer una de su bromitas", traté de tocar todo a mi alrededor hasta que toque unas manos, me espanté mucho y grite, pero algo tomó mis mejillas, sentí una presión en mis labios apenas perceptible y antes de que pudiera abrir los ojos ya me habían sacado del armario bruscamente. Abrí el armario para ver quién era, pero no había nadie lo cuál me hizo volver a pensar en que fue una broma de Peeves y me dió asquito, así que me estuve limpiando la boca cómo una hora lavándome los dientes una y otra vez.

Cuatro Ya Es Un Patrón... ¿No? • 4ta RD Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora