Cuatro Ya Es Un Patrón... ¿No? • 4ta RD Harry Potter

7. Visitas inesperadas

It Only Cost Everything - Victor Ray

Cuando el verano llegó yo estaba más que feliz por poder descansar por fin más tiempo que los fin de semanas en Hogwarts donde solo me la pasaba haciendo tareas o chismeando con los chicos. Mi madre me dijo varias veces que invitará a mis amigos a pasar el rato en casa, accedí unas cuantas veces así que con Theo   y Lorie estuvimos en la piscina/alberca/pileta, cómo ustedes le llamen, durante casi dos horas nadando, tomando el sol, jugando con agua y tratando de hundirnos mutuamente. Hasta que nos cansamos y salimos para comer algo de fruta, fue divertido porque Theo se había comenzado a soltar más con nosotros en cuestiones de cariño físico, ya nos dejaba abrazarlo más tiempo, nos dejaba arrastrarlo a nuestros juegos "infantiles" due divertido, esos días me reí mucho que me dolían las mejillas. Con Lee, George y Fred nos mandabamos cartas de vez en cuando.

Un día estaba de lo más tranquila haciendo mi tercera gira mundial con mis peluches en el sillón de mi ventana cantando y bailando cómo loca cualquier canción de mi reproductor en aleatorio. No fue sino hasta que Lights Down Low comenzó a sonar que me volví loca, recuerdo perfectamente que yo rapeaba cada palabra mientras la gritaba dando mis mejores pasos de baile. Yo la estaba rompiendo, tenía a todos mis fanáticos enloquecidos hasta que voltee a ver la puerta encontrándome con cinco caras tratando de no reírse. Grite y les cerré la puerta en la cara, escuché las risas del otro lado de la puerta y el regaño de mi mamá.

—¡Alba no cierres las puertas tan feo! ¡Cómo tú no las pagas!

—¡Lo siento, mamá! —como pude me puse la ropa más decente que tenía y comencé a arreglarme en el espejo, estaba toda roja— ¡¿Porque no me dijiste que tenía visitas?!

—¡Oh cierto! ¡Pero no podía decir nada, tesoro, los chicos quisieron darte una sorpresa!

—¡Pues no fue el mejor momento! —le grite de vuelta, respire profundo y abri la puerta —¿Qué hacen aquí?

—No lo sé, papi —se burló Fred. Tomé una de mis peluches y se lo lancé —. ¡Oye! No a la violencia, tesoro

—Idiota —estaba por lanzarle otro peluche, pero Lorie me detuvo

—Tranquila, solo quisimos sorprenderte trayendo a todos los chicos. No pensamos que estarías en plena gira mundial.

—Entonces ¿Está es tu habitación o la sala de ensayos? —preguntó Lee burlón también

—Ja ja ja, que graciosos, no saben cómo me parto de la risa

—Linda habitación —dijo George examinando mis posters en la pared

—Gracias. Aprendan de George, él es un buen amigo y no se burla...

—Para una niña de siete —se burló cortandomi discurso, golpeé su brazo con un peluche haciéndolo reír más

—Ustedes son los idiotas que vienen cuando aún no he podido pintarla

—Tienes muchas fotos —dijo Fred mirando las fotos en mi mesa de noche.

Una más reciente de Lorie, Theodore y yo afuera de la alberca riéndonos.

—Me gustan —me encogí de hombros—. Bien, ya están aquí y no puedo correrlos porque mi madre me regaña por mala anfitriona. Así que... ¿Qué quieren hacer?

—Podemos meternos a la piscina —sugirió Lee—. En todo el verano no he podido meterme a una.

—Yo igual —dijeron los gemelos al unísono.

Entre todos nos vimos y asentimos. Los corrí de mi habitación hasta una de huéspedes para que pudieran cambiarse, porque por suerte su traían traje de baño. Theo tocó mi puerta diciendo que me esperaban abajo porque sabe que me tardo bastante en arreglarme para salir. Le dije que sí y en cuanto estuve lista salí al patio, los gemelos y Lee ya estaban dentro de la piscina, a mi solo me faltaba ponerme bloqueador, cuando el momento de la espalda llegó le pedí a Lorie que me ayudará, desabroché la parte de atrás del traje de baño y me tomé el top frente a mi para que no se viera nada.