Cuatro Ya Es Un Patrón... ¿No? • 4ta RD Harry Potter

36. Distancia

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Delicate - Taylor Swift

Entre más se acercaban los EXTASIS más emocionada estaba, porque eso también significaba la final de quidditch dónde McGonagall prometió llevar a unos cuantos reclutadores. El partido sería contra Gryffindor lo cuál me ponía muy contenta, ya que podía conocer mejor las habilidades de mis amigos ahora que sabía que James Potter los había entrenado un poco, perl a la vez me estresaba porque James Potter era bueno en lo que hacía, además de que tenía que ganar sí o sí ese partido, o al menos dar una buena actuación y no dejársela fácil a los leones. Mis elementos se quejaban un poco sobre mis decisiones sobre el campo, pero también sabían que también podía ser una oportunidad para los que se querían dedicar al quidditch, o al menos mi guardián y uno de mis golpeadores querían esos puestos; así que eramos los que más nos matabamos haciendo ejercicio en el campo.

Las tareas, los trabajos en equipo, estudiar, dar tutorías, la vida social, mis entrenamientos, mis citas con Fred, y las tutorías particulares con Neville prácticamente me dejaban casi sin tiempo para respirar tenía todo encima y Fred lo había notado tratando de hacerme descansar, pero no lo lograba y tampoco es que yo pusiera algo de ayuda. Nos estábamos distanciando sin quererlo, ambos queríamos cosas diferentes, teníamos cosas diferentes que hacer, teníamos horarios diferentes y teníamos prioridades diferentes, y eso lo note uno de los días que estaba dándole tutoría a Neville, esa mañana había peleado con Fred sobre no poder asistir a una prueba de sus productos al salón por está clase y mis tareas que seguían apilándose, él se enojo porque aparentemente "ya no tenía tiempo para él" cuando le expliqué mis horarios y la manera en que podiamos solucionarlo, le dí medio día completo domingo y sábado, pero parecía no ser suficiente, yo necesitaba tiempo para hacer todo y no lo tenía.

Note un poco que Neville no dejaba de mirarme mientras se sonrojaba fuertemente supuse que era por el calor del día o por los nervios de no entender el tema así que lo mire un segundo antes de avergonzarme al pensar que estaba hablando demasiado rápido para poder terminar a tiempo.

—Lo siento, Nev. ¿Estoy yendo muy rápido? No quería hacerlo es que últimamente tengo todo encima y no he podido respirar con el horario tan ajustado, ya sabes que aumenté los entrenamientos para la final y los extasis. Y... Ni siquiera debería estarte diciendo ésto. Lo lamento. Volvamos a empezar.

—No... Solo... Creo que es lindo que estés decidida a no dejar de lado las cosas que te gustan. Eres una excelente maestra, muy linda, hermosa y muy inteligente.

—Gracias, Nev. Eres muy dulce —dije sonriéndole tiernamente—. Continuemos

—Sí, solo tengo una duda —asentí atenta— ¿Fred no te apoya con las tareas y los trabajos? Según lo he visto él no tiene la cantidad de clases que tú tienes y... Bueno, si yo fuera novio de alguien cómo tú, al menos trataría de ayudarte dándote más tiempo para hacer tareas... Ya sabes, no estar ahí para estorbarle

Me quedé callada mirándolo, sorprendida por sus palabras y realmente planteándome las situaciones. Cómo les decía, con Fred habíamos peleado, había sido una de nuestras peleas más fuertes, casi nos gritamos en pleno pasillo y Fred había estado ignorandome cómo normalmente cuando se enojaba, mi límite con esas leyes del hielo también estaban llegando.

—Neville eres muy atento al querer hacerme sentir mejor —dije solemnemente—, pero yo no suelo hablar mal de las personas que me hacen daño, incluso si son mis amigos. No soy ese tipo de persona, así que te pido por favor que no hables mal de Fred, sigue siendo mi novio.

—Lo siento.

—No hay problema, continuemos entonces

Y así siguió el resto de la clase hasta que él comprendió y lo dejé ir, para mi mala suerte las tareas no habían terminado para mí, me salté la cena y era casi el toque de queda cuando Madame Pince llegó a echarme de la biblioteca, me dejo llevarme los libros que estaba usando y algunos que necesitaba y cuando salí de la biblioteca me encontré con Fred entre las sombras que generaba la noche, cruzado de brazos y recargado en la pared del otro lado del pasillo. Casi me da un infarto y el grito que pegué atrajo la atención de dos chicos que iban más adelante en el pasillo.