—¡¿Tienes una gemela y nunca me dijiste?! —El reclamo no podía ser más escandaloso y aunque no era la primera vez que le pasaba, Karma deseó que fuese la última. Una expresión desinteresada que ocultaba su estrés mientras con el meñique fingía inútilmente taparse el oído.
—Eso no es importante. Y como sea, no veo por qué querrías conocer a Dharma. —Estaba haciendo un puchero, pero no era uno adorable.
Estaba molesto y aunque ella lo sabía, prefería empujar su inseguridad hacia adentro y seguir con el espectáculo. Después de todo, si uno se la pasaba preguntándose si todos se iban a molestar por nada, terminaría con ansiedad y pánico y...
"Justo como estoy."
Mantuvo su sonrisa mientras se sujetaba infantilmente del brazo de su amigo y de cuando en cuando, entornaba los ojos al resultado de su investigación detectivesca. Que de la nada, estaba ahora allí parada. Ojos dorados que devolvieron la mirada, incluso a esa distancia. Incluso cuando se suponía que debería estar lo suficientemente lejos como para no escucharles. Similares a los de Karma, pero distintos. Había metal helado en el lugar en donde él era fuego cálido. El tipo de fuego donde te acurrucarías para no pasar frío. En cambio los de ella... Los de ella dejaban la sensación de una herida sobre la piel. La frialdad de la hoja forjada en sangre y oro.
La mujer sonrió inmediatamente, sintiéndose percibida. Como si la respuesta fuese provocada por un interruptor. Un clic y ahí estaba. Hágase la luz. No había rastro alguno de amenaza. Al menos, no uno que pudiese declarar. Una línea curva que dibuja un gruñido invisible, obligando a Belgum a dar un paso atrás, asustándola.
Un instinto animal que le exigía huir. Que le ordenaba escaparse.
"¿Es por eso que nunca había hablado de ella?"
Buscó despacio su fuego seguro, el rostro que le aclararía la situación. Su campamento en medio de ese espeluznante bosque. ¿Estaba encajándole las uñas demasiado? No podía evitarlo. Esperaba no dejarle marcas. No le iban bien.
—Hoy no muerdo. —Dijo la mujer. Deslizando las palabras que viajaban como vino sobre labios embriagados, deseando encontrarse de un modo u otro.
"Mentira."
—Un gusto conocerte. —Mintió otra vez. Como si se tratase de respirar. Como el palpitar del corazón. Casi involuntario. Ni una palabra faltante en el tempo que trabajaba entre sus deseos. —Espero que pueda verte nuevamente pronto. —Una pausa. —Eso si mi hermano deja de mantenerme lejos de su vida. ¿Verdad? —
Sus ojos nunca abandonaron a Belgum y ella la escuchó como si su propia respiración estuviese bajo el agua. Un pensamiento racional que cruzó su atemorizado cerebro como una estrella fugaz que desapareció abandonando toda esperanza y con ella ese fragmento de lógica que no terminó de formarse.
Se sintió consumida en un impulso de adrenalina que concibió pulsar dentro de su cráneo en un doloroso movimiento y enojada por su fallido instinto de supervivencia imperfecto, se percató de que le estaba resultando imposible moverse. Inclusive un paso hacia atrás para mantenerse en un espacio más seguro de lo que sea que eso fuera. Lejos del alcance de lo que estaba dentro.
—Lo siento. —La amable voz de Karma intercedió. —Nunca volvió a ser la misma desde que esa...cosa la mordió. —
—¿Qué? —Finalmente, las palabras habían vuelto. Pero Dharma ya no estaba cerca. En su lugar, las grandes manos de su amigo descansaban sobre sus hombros, tratando de brindarle algo de paz. Aterrizándola con gentileza de vuelta a la tierra. ¿Cuánto tiempo había pasado? En su mente, solo seguía vivo ese perverso dorado.
—No importa. Solo... No trates de buscar a Dharma de nuevo, ¿ok? Es mi hermana, es cierto. Pero... no es mi hermana. ¿Sabes cómo? —
Que raro. Nunca antes la había visto y aún así... Ella estaba segura de que sabía de qué estaba hablando.
"Hoy no muerdo." Había dicho. "Hoy". Pero nunca dijo que no lo hiciese.
(Prompt: Morder.)
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"E" es por las Excusas
Algemene fictieColección de 31 historias tontas originales por el mes de Enero. "Es bueno tener algo de talento para ser escritor, pero el único requerimiento real es la habilidad de recordar la historia de cada cicatriz." -Stephen King. Una idea que será manipul...