Siento que me pasó un camión por encima.
Estábamos volando hacia Madrid, donde sería el primer show de la gira. El día de ayer me dejó de cama y lo peor de todo es que hay que trabajar.
Victoria estaba mirando una película, era demasiado tierna cuando prestaba atención, estaba sería y con el ceño levemente fruncido.
Ambas estábamos recostadas y tapadas con una frazada.
Estábamos volando en primera clase, era bastante loco ya que nadie había pasado por la experiencia.
Nunca estuve tan cómoda... Y mi cuerpo lo agradece.
Sacudo suavemente a Víctoria para llamar su atención ya que estaba muy concentrada.
--¿Mmmh?-- Saca sus auriculares.
--Ire al baño, ya vuelvo.
Ella asintió.
Me levanté de mi asiento y fui hasta el baño. No estaba muy alejado pero tenía que ir con cuidado para no estorbar a las azafatas que estaban trabajando.
Hice mis necesidades y acomode un poco mi pelo que era un desastre.
Cuando abrí la puerta del baño me encontré con Luna parada frente a mi.
Casi se me sale el corazón.
--Luna por dios-- Tomé mi pecho-- Vas a matarme.
--Me pelié con Mariana.
Uh.
No sé si es grave o no pero cuando Luna se pelea con un amorío es un escándalo total.
--¿Que paso?-- Me corri del baño por si alguien quería pasar.
--No me quiere prestar sus chanclas...
--Te doy las mías si quieres.
--No amiga, ella debe darme ¡Sus! Chanclas-- Se cruzó de brazos.
--No seas caprichosa-- Negué rápidamente-- Usa las mías, es lo mismo.
--¿Y tú qué usas?
--Les pido a Victoria las suyas.
Claramente alguien iba a tener que ceder sus chanclas.
--¿No sé enojara contigo?
--Sh, deja de preguntar y llevatelas.
Las saque de mis pies y se las di. Volví en medias hasta mi asiento junto a la rubia que seguía concentrada en la película.
Volví a sacudirla para llamar su atención.
--Genesis... Estoy en la mejor parte de la película-- Hace un puchero.
--Ay, lo siento. Sigue mirando.
--No, dime-- Sonrie.
--¿Me prestas tus chanclas?-- Pregunté.
--Claro baby-- Las saca de su pies y me las da-- ¿Que paso con las tuyas?
--Se las tuve que dar a Luna porque Mariana no se las quiere prestar-- Rodeo los ojos.
--Que cabrona-- Niega riendo.
--¿Tienes otro calzado?
--Si, me pongo unas zapatillas, no te envuelvas chula.
--¿Me puedo envolver contigo?-- Levanto mis cejas coqueta.
--Si, solo conmigo baby...
Acercamos nuestros rostros y nos fundimos en un tierno beso.
--¿Quieres?