Luna se reía en la cara de Victoria.
Todos estaban mirando la situación.
Incluso Mariana.
--¿Crees que aquí mandas tu? Aquí manda mí novia-- Soltó de una la morocha.
Victoria estaba ROJA.
--Tu y yo-- Victoria señala a Mariana-- Vamos a hablar ahora.
Mariana sin omitir sonido se fue junto a Víctoria a charlar.
No sé porque me huele que esto no va a terminar bien.
Luna se fue a cenar a su habitación ya que no puede ni verme. Realmente yo no le hice nada, incluso le pedí disculpas.
Mauro, Caleb y yo nos quedamos cenando juntos.
--Esto no terminara bien-- Susurro Caleb.
Y tenía razón.
--¿Porque estará así contigo?-- Pregunto Mauro.
--No lo se... Ya hablamos por el mal entendido que hubo con Vicky pero no se... Creo que hay algo más.
--Nunca paso esto en el equipo-- Hablo Caleb.
--Si, nosotros somos muy unidos, no somos de tener este tipo de peleas cabronas.
Me sentía culpable.
Estábamos arruinando la paz en un grupo de amigos donde todo funcionó siempre de forma perfecta.
Luego de comer decidí ir a mí habitación, en realidad nuestra habitación ya que la compartimos con mí novia.
Entre de golpe y me encontré con Mariana y Víctoria hablando.
Las dos me miraron directamente al verme entrar.
--Eeeeh, lo siento...-- Intenté salir de ahí pero la voz de Mariana me freno.
--No, entra Génesis, mí conversación con Víctoria ya terminó.
Yo asenti y entre nuevamente a la habitación.
--No se acabó aún-- Victoria estaba roja, se la notaba muy enojada.
--Para hablar se necesitan dos y yo, me voy-- Mariana también tenia un samble de enfado.
--¡No termine!-- Exclamó mí novia.
A todo esto yo en el medio de la situación, quería que la tierra me absorba.
--Mariana, yo no puedo soportar más está situación y Génesis tampoco.
--¡Cabron ya lo sé! Pero no echaré a mí novia del equipo, eso no va a pasar-- Señala con su dedo índice a la rubia.
--¿O sea que prefieres a tu novia antes que a mí? Te conozco desde los once años, diablo Mari-- Victoria rodeo sus ojos.
--Pero si me dices eso tu también estás priorizando tu relación por sobre mí felicidad-- Soltó de uno la pelicorta.
Victoria se quedó callada, sin decir nada.
Sabía que Mariana tenía razón.
--Lo siento...--Susurre.
Ambas giraron su cabeza para mirarme.
--No quiero meterme pero... Puedo intentar hablar con ella.
--Pero ya lo hiciste baby y las cosas se pusieron malas-- Expreso mí novia.
--Bueno pero puedo intentar de nuevo... En el caso de que las cosas no lleguen a buen puerto me iré.
--Tu no te irás a ningún lado, eres mí novia y vendrás conmigo-- Acotó la rubia.