Cerré mis ojos al sentir el primer latigazo en mí nalga.
Me dolía bastante pero con la calentura que llevaba me estaba gustando.
Largué un grito al sentir sus dedos entrar violentamente en mí. Se movía de una forma espectacular, te hacía tocar el cielo.
--Eso mami...
Gemi al sentir una mordida sobre mí nalga.
Esto estaba increíble.
Podía sentir mí centro húmedo, tan húmedo que los dedos de Victoria entraban y salían con facilidad de mí cuerpo.
Aún estando en cuatro sentí una lengua pasar por mí centro de arriba hacia abajo.
Me quedé sin aliento, automáticamente mis piernas se tensaron y comenzaron a temblar.
Sin dejar de mover sus dedos en ningún momento comenzó a chupar mí coño.
Me deje llevar y me corrí en su boca. Todos los líquidos recorrían mis piernas pero fueron lamidos por Victoria.
--Que rica eres...
Dejé caer mí cuerpo sobre la cama algo cansada por lo que mí cuerpo acababa de pasar pero siempre tenía energía para devolverle placer.
Vicky se tiró a mí lado, era el momento perfecto.
Me levanté de la cama y busque mí remera entre la habitación.
--Baby... No te vistas aún-- Me observa de arriba a abajo, viendo mí cuerpo desnudo.
Dios, su mirada es tan penetrante.
Al encontrar mí remera y me subí encima de su regazo, con una pierna a cada lado. Soltó un suspiro al sentir mí coño húmedo sobre su abdomen desnudo.
Con mí remera tape sus ojos, la utilice cómo si fuera una venda. Victoria sonreía picara al sentir sus ojos totalmente bloqueados.
Claramente le gustaba este tipo de cosas.
Salí de su regazo para agacharme a la altura de su pelvis, en la esquina de la cama.
Abrí sus piernas de par en par, su coño chorreaba líquidos y tenía un aspecto brilloso.
Me relami los labios antes de llevarla a mí boca.
Pase mí lengua por su centro, mí novia se retorció en la cama al sentir mí boca en su sensibilidad.
La habitación se llenó de sus gemidos, suspiros y quejidos. Su mano se enterró en mí nuca para tirar un poco de mis pelos, la estaba pasando bien y me lo hacía saber.
Sus piernas estaban sobre mis hombros y cuando note que podía estar cerca de correrse me aleje de ella.
Su cara me demostró el disgusto que llevaba.
--¿Que haces?-- Pregunta molesta.
Conteniendo la risa me acerque a ella y saque su venda para que pudiera verme.
--Quiero venirme contigo-- Susurré en sus labios.
Ella sonrió y beso mis labios con necesidad.
Entre suspiros y gemidos acomodamos nuestras piernas para que nuestros centros rocen entre si.
Victoria se movía de una forma increíble, yo tenía las manos en sus nalgas ayudando a sentir mucha más presión.
--Vente conmigo mami...
//
--Amor, estoy muy nerviosa.
Me mire en el espejo por milésima vez, estaba extremadamente nerviosa e inquieta. Estábamos por ir a la casa de la familia de Vicky, por fin los conocería.