A FLOR DE PIEL.

1.9K 164 13
                                    

Abrí mí valija sobre el colchón y comencé a doblar mí ropa.

Era hora de volar a Puerto Rico donde sería uno de los shows más importante de Victoria.

Mí novia se estaba duchando mientras yo acomodaba todas nuestras cosas.

Mientras hacia mí trabajo a mí mente vino lo que pasó anoche... Dios mio. De solo imaginarlo me calentaba.

Tuvimos sexo en el auto, camino al hotel.

Me asusté al sentir unos brazos rodear mí cintura.

--Uy, que lindo hueles baby... Al amor de mí vida-- Susurra en mí oído.

Se me erizo la piel por completo.

Sentí su mano apretar mí culo y eso me hizo soltar un gemido.

--Eso mami, me encanta escucharte gemir-- Mordió mí lóbulo.

Antes de que pudiera besarla su celular comenzó a sonar.

--Ahhg quien es-- Se quejo.

Tomo su celular y rápidamente atendió.

--Hola... Si, en eso estoy... Bien...-- Corto la llamada.

--¿Quien era?

--Mariana, ya nos está esperando en el lobby.

Me puse extremadamente nerviosa por esta situación. Victoria le pidió a Mariana de vernos a solas con ella, claramente yo formaría parte de su encuentro aunque ella no lo sabe.

Le contaremos lo de Luna.

Victoria quiere sacarla pero creo que la decisión final la tiene Mariana que es mánager y además novia de Luna.

Mí novia se cambió rápidamente y salimos de nuestra habitación.

Caminamos por los pasillos y tomamos el ascensor.

Marque planta baja, en cuanto las puertas se cerraron Victoria me acorraló contra la pared del elevador.

Sin decirme nada atrapó mis labios en un beso apasionado, mordiendo mí labio inferior y succionandolo de vez en cuando.

Su mano fue a mí pecho para presionarlo por encima de mí remera, eso me hizo soltar un gemido fuerte.

Su boca viajo a mí cuello para besarlo y morderlo dejando algunas marcas.

En cuanto el elevador freno Victoria se separó rápidamente de mí, iba a quejarme pero las puertas se abrieron para que nosotras podamos salir y otras personas entrar.

Antes de que se pudiera escapar la jale del brazo.

--Tu me vas a pagar esto-- Susurré en su oído.

Una sonrisa picara apareció en su rostro.

Nos acercamos hasta Mariana que estaba sentada en uno de los sillones del lobby.

Al verme se sorprendió un poco, probablemente no entienda porque estaba ahí.

--Hola Génesis-- Saludo al verme.

--Hola Mari ¿Cómo estás?

--Bien...

Victoria y yo nos sentamos frente a ella.

--Debemos hablar lo antes posible para no perder el vuelo-- Explico la pelicorta.

--Claro, no será muy largo-- Expreso Victoria.

Mí novia era demasiado cambiante, hace segundos estaba cachonda y ahora tenía un semblante serio.

CENIZASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora