--Lo siento...
Me levanté de la mesa y me dirigí hasta el baño del restaurante.
Claramente no quería hablar frente a Victoria con Luna, después de todo lo que pasó.
--¿Que paso?-- Pregunté.
Me parecía raro que vuelva a hablarme.
--¿Cómo estás?
--Bien-- Me apoye sobre el lavamanos del baño-- Dime rápido que sucede, estoy ocupada.
--Tengo una propuesta de trabajo...
¿Trabajo?
--Luna, ya sabes que yo ya tengo trabajo.
Claramente me refería a ser parte del equipo de mí novia.
--Pero este es mejor-- Soltó por el otro lado-- Dura un año aproximadamente, es para ir a fotografiar la fauna marina al sur argentino.
--Luna...Mejor es estar con mí novia, te agradezco el ofrecimiento pero no-- Aclare rápidamente.
--Lo mejor para ti es estar conmigo.
--Basta.
Sin más corte la llamada.
Dios.
Me mire al espejo del baño y dejé largar un gran suspiro. Sonreí para verme lo más normal posible, cómo si nada paso, acomode mí pelo y salí de allí.
--¿Todo bien?-- Pregunto Victoria al volver a sentarme frente a ella.
Las piezas de sushi ya habían llegado.
--Si...
--¿Quien era?-- Pregunto.
--Una propuesta de trabajo...-- Tomé con mí palillo una pieza.
No iba a hablar de Luna y menos en este momento.
--Ah...¿Y de que se trata?
--Luego te cuento-- Esquive el tema-- Ahora decime vos lo que quedó pendiente.
--Oh cierto-- Ríe nerviosa.
Corre nuestras copas de vino para tener un poco más de espacio y toma mis manos sobre la mesa. Con la yema de sus dedos acaricia mis manos, toma una bocanada de aire y cierra levemente sus ojos.
--Amor... ¿Sabes? La gira está por terminar-- Soltó.
--Mmmh si, quedan solo algunas fechas.
Mañana sería el gran show en Puerto Rico y luego continuaríamos con las últimas fechas.
--Bueno... Tengo un deseo muy grande para cuando terminemos la gira y me gustaría que sea contigo.
--¿En serio?-- Sonreí algo ilusionada-- Todo lo que sea con vos, es hermoso.
Pude notar como sus mejillas se ruborizaron un poco y dejo escapar una risa nerviosa.
--Creo lo mismo, por eso me gustaría vivir contigo.
Al escuchar eso mí corazón se paralizó por completo.
--Quiero que tengamos nuestra casa, nuestro rincón del amor.
Dejo escapar una hermosa sonrisa, una que jamás había visto, sus ojos tenían un brillo particular que me hacían sentir mariposas en el estómago.
Mí respuesta es clara.
No necesito pensarlo dos veces.
--Me encantaría, si quiero-- Sonreí.
Victoria tomo mí rostro y me acerco hacia ella para darme un beso fugaz. No nos importó que alguien pudiera ver, estábamos muy felices de esta nueva aventura.