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-Todo esto tiene una explicación, aunque ahora no me creas. Estaba en el pasillo con una amiga hablando de las fotos que me tomaste en el río cuando vi a mi ex novia besándose con otra y...

Victoria chistó

-¿Y querías ponerla celosa, no?

La rubia se estaba rascando la nuca, nerviosa por la fuerte presencia de su niñera.

-Si... pero no fue para hacerte daño -dijo-, esa zorra insinuó que me estaba acostando contigo y... estaba tan enojada que le dije que sí. Pero, ey, solo fue para joderla, nada más.

Victoria escuchaba esa explicación cruzada de brazos, estando enojada. La rubia había sido capaz de arriesgar su reputación y amistad con su padre, que era muy especial. Sin lugar a dudas, a Martina le costaría mucho trabajo que la perdone.

-Fuiste irresponsable -le reclamó Victoria-, y me decepcionaste.

Martina suspiró frustrada

-No, y no hagas cara de perrito -proclamó la tatuada-, papi estaba furioso conmigo. Me llevó horas intentar convencerlo de que entre nosotras no había nada y que era un cuento. Hasta le dije que eso solo era un drama entre jovencitas.

La rubia abrió los ojos. No esperaba que el rumor también le llegara a su padre, y claro, ahora sí que estaba jodida a nivel extremo.

-Si... por favor deja de poner esa carita de perrita arrepentida porque no te voy a perdonar, por ahora. Y de hecho, no quiero verte, ve a tu cuarto a hablar con tu papi que lleva varios días intentando hablar contigo -afirmó Victoria.

Martina abrió su celular y vio todos los mensajes y las llamadas perdidas de su padre, virando los ojos por su grandiosa torpeza

-¿Cómo lo descubrió? -cuestionó la misma.

Victoria se encogió de hombros

-Eso no importa, Martina. Ahora mismo te recomendaría que vayas a tu cuarto a hablar con él y aclarar todo este... malentendido con tu ex novia.

La rubia antes de irse, sintió que la volvían a agarrar del brazo. Viró los ojos, pero decidió que no era el momento indicado para hacer un berrinche de los suyos.

-Ah y no quiero enterarme de que sigues hablando con tus amigos de mí -advirtió la tatuada-, más que na' pa' mantener un perfil bajo indefinido. Y creo que lo mejor que puedes hacer ahora mismo sería que a partir de ahora, vayas en autobús al instituto. ¿Entendido?

Martina asintió soltándose de su agarre yendo directa a su habitación para hablar con su padre, que estaba sumamente preocupado por la extraña situación de su hija

...

-Te juro que no hay na' entre nosotras, papi.

-Bien, de lo contrario, estaría furioso.

Martina se sentó en el pie de su cama, cruzando las piernas

-Oye, ¿y quién te lo dijo?

-Ruby... recibí un correo y casi me caigo de la silla.

"Esa perra" pensó la rubia

-Ay... te estaba mintiendo. Rompimos y... le duele estar sola.

-¿E' enserio?

𝚗𝚊𝚞𝚐𝚑𝚝𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕; young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora